‘Tips’ para dar primeros auxilios psicológicos

Estas herramientas se emplean ante la crisis emocional que siente una persona que ha vivido un trauma. Todos podemos ayudar e impedir que se sienta peor.
Para asistir a un persona en emergencia se debe identificar sus  necesidades inmediatas, pensar en un plan de acción y gestionar la ayuda. Foto: Pexels

Para asistir a un persona en emergencia se debe identificar sus necesidades inmediatas, pensar en un plan de acción y gestionar la ayuda. Foto: Pexels

21 de marzo de 2022 08:00

Cristina (nombre protegido) experimentó un ‘shock’ nervioso en medio de las protestas de octubre del 2019 en Quito.

Ocurrió al ver cómo unos manifestantes agredían a otras personas. Entonces, la mujer de 49 años se paralizó en medio de la calle sin dar respuesta alguna, ni lograr moverse por largo tiempo.

Un estudiante de Psicología y voluntario en atención de crisis fue quien acudió a ella, la llevó hacia un lugar seguro y aplicó técnicas de apoyo psicológico hasta que la mujer reaccionó y volvió a ser consciente de lo que estaba pasando.

Los primeros auxilios psicológicos son una herramienta para atender a personas que están atravesando alguna crisis causada por un evento traumático. Es una forma de sostener a la persona ante un shock emocional o nervioso, de dar apoyo y también de reducir el riesgo a que ocurran situaciones más graves.

Francisca Barros, psicóloga clínica y docente en la UDLA, dice que los ideal es que personal especializado, como los psicólogos, sean quienes brinden primeros auxilios psicológicos en momentos de emergencias. Sin embargo, es consciente de que, ante una situación repentina, no siempre esto es posible. En esos casos, cualquier persona cercana al evento puede ayudar siempre y cuando se tenga claro cómo hacerlo.

El primer paso recomendado por la especialista es ser cautelosos y respetuosos con las necesidades que pueda experimentar la persona en crisis.

Es importante observarla tanto a ella como al entorno y asegurarse de que la persona esté en un sitio seguro en el que no corra más riesgo.

Una segunda acción es preguntar: ¿Cómo te puedo ayudar? Este paso es fundamental, explica Barros, porque muchas personas tienden instintivamente a abrazar para tratar de contener a la persona expuesta y esta no siempre será una buena alternativa. Habrá personas a las que el contacto físico le genere más estrés, dice la especialista, y que esto dependerá del trauma que haya atravesado.

Luego, hay que tomarse el tiempo de escuchar, permitir que fluyan las emociones (cualquiera que esta fueran) y buscar más ayuda. Contactar a sus familiares o números de emergencia. Muy importante, para Barros, es que quienes ayudan en una situación de crisis, luego, también deben recibir asistencia psicológica que permita canalizar lo vivido y evitar afectaciones emocionales.

¿Qué hacer?

Ante todo mantener la calma y acercarse con suma cautela  Evaluar cómo está la persona físicamente. Al hablarle, es mejor controlar gestos y tono de voz, preguntar: ¿Qué paso? ¿Cómo te puedo ayudar? Si la persona no responde porque está en shock, se debe esperar; mientras tanto, se le puede ir explicando quién eres y que estás ahí para ayudarle.


Si le cuesta hablar,  hay que respetar el estado de la persona y esperar atentos. En tanto, preguntar ¿hay algún familiar o persona de confianza a quien pueda llamar? Además de ofrecer ayuda, para establecer vínculos se puede abrigar a la persona, proveer de agua, comida, un teléfono celular o un cargador. No alejarse hasta que alguna persona de confianza acuda.


Para tranquilizar evita repetir frases poco realistas como: “todo va a estar bien”. En su lugar puedes mencionar que lamentas lo que está ocurriendo o que comprendes cómo se debe sentir. También sirve mencionar datos que permitan ubicar a la persona en la realidad, por ejemplo, la ubicación geográfica, la fecha y los datos del accidente o emergencia que vivió.


Contactar servicios de emergencia si la situación lo amerita. Los primeros auxilios psicológicos son eventuales; probablemente, dependerá de la gravedad si la persona necesitará asistencia especializada a largo plazo. Entonces, es necesario contactar servicios adicionales que puedan atender en el futuro. Para superar un trauma es indispensable la psicoterapia.

Escucha activa para comprender qué siente la persona y cómo proceder oportunamente. En este paso es fundamental no juzgar, dejar que las emociones fluyan (llanto, gritos o cualquiera que estas fueran) y solo cuando la persona se haya desahogado por completo, retomar la conversación. Es importante recordarle constantemente que estás ahí para ayudarla.

Evitar un interrogatorio
: si bien es importante recoger información para saber cómo ayudar, también es primordial atender las preocupaciones inmediatas de la persona afectada. Por ejemplo, dónde va a pasar la noche, quién va a cuidar a sus hijos, entre otros. Una asistencia práctica oportuna ayudará a bajar los niveles de ansiedad y estrés del afectado.

​Facilitar técnicas de respiración, pues cuando una persona sufre estrés se agita y su respiración se acelera, lo que impide que piense adecuadamente. Ante ello, es importante pedirle a la persona afectada que siga tu ritmo (pausado) de respiración. Debes inhalar por la nariz, exhalar por la boca y repetir por 5 minutos o el tiempo que sea necesario hasta que reaccione.

Pensar posibles soluciones junto con la persona, indagar cuáles son las alternativas disponibles que le harán sentir mejor o ayudarán a solucionar el problema. Es importante no crear falsas expectativas y apegarse a la realidad del entorno que se está experimentado. Tomar una actitud facilitadora ayudará a reducir el estrés y crisis emocional del momento.

Te puede interesar