La cantante chilena nacionalizada mexicana Mon Laferte (38 años) dijo en una entrevista que fue diagnosticada con cáncer de tiroides en 2010. En el programa ‘Entrevista con Yordi Rosado’, compartido en YouTube el pasado 12 de junio, la intérprete contó su travesía con la detección de la enfermedad que puso en riesgo su carrera musical, que recién había comenzado.

A sus 26 años se dio cuenta que su voz no tenía la misma fuerza de antes y comenzó a tener problemas recurrentes en su garganta. Las molestias fueron más frecuentes con el tiempo, por lo que acudió a un chequeo médico.

Después de una revisión, el especialista le dijo que tenía cáncer de tiroides y que debía someterse a una operación. En ese tiempo, Laferte no era tan popular y sus recursos eran bajos, pero ingresó al Instituto Nacional de Cancerología de México para su operación.

En el momento de entrar al quirófano, les dijo a los médicos: “Si no puedo volver a cantar, no me despierten”, recordó en la entrevista. La cirugía fue positiva y no tuvo complicaciones en su recuperación. Con el tiempo pudo volver a su tono de voz normal, con ejercicios para la garganta.

El pedido de la artista a los médicos en el quirófano tiene su lógica, pues la glándula tiroidea se encuentra cerca de las cuerdas vocales y de dos nervios muy ligados a la voz. La duda en los pacientes que sufren este cáncer es si al tratar la patología con cirugía, la voz o el hablar pueden verse afectados. Aunque en toda operación existe riesgo, el peligro de perder el habla es muy bajo en este tipo de operación, señalan los especialistas en el tema.

Evidencia de ello es justamente la cantante quien, tras su operación, no solo conservó su facultad de hablar sino el vozarrón con el que deleita a sus fans. Pero la tiroides sí se relaciona con la voz, exista un cáncer o no. Cuando una persona tiene hipotiroidismo, es decir, una producción insuficiente de hormona tiroidea, la voz también puede verse afectada.

La cantante Mon Laferte fue detectada con cáncer de tiroides a los 26 años. Foto: Facebook Mon Laferte

Los cambios más frecuentes son una voz baja, más profunda y suave de lo habitual; o una voz áspera que suena ronca y carraspea. Adicionalmente, puede producirse fatiga vocal, es decir cansancio al hablar.

Si se identifica que estos síntomas ocurren con frecuencia, será necesario el chequeo con un endocrinólogo. El médico deberá analizar el caso y encontrar el tratamiento.
Si se detecta cáncer

Del cáncer de tiroides se derivan variedades de tumores que se tornan más agresivos. Uno de ellos provoca lesiones en el nervio laríngeo, que pasa por la parte posterior de la glándula. En las cirugías se puede evidenciar la adherencia del nervio y esto provoca un desequilibrio en la voz que puede ser temporal o permanente, según el grado de afectación. Hay pacientes que presentan, incluso, dificultad para respirar y tragar.

Francisco Sandoval Naranjo, especialista en cirugía general y digestiva del Hospital de los Valles, explica que el tratamiento para esta patología en su mayoría es quirúrgica; es decir, se extrae la glándula para evitar metástasis. Después de la cirugía, es posible también presentar voz ronca o más baja. Frente a eso, el médico realiza un monitoreo constante del nervio antes, durante y después del procedimiento.

Factores de riesgo
Un estudio de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), señala que el sobrepeso aumenta la posibilidad de sufrir cáncer de tiroides. La médica general Cindy Almeida asegura que esta afectación se evidencia más en mujeres que en hombres.

Investigaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC) indican que este cáncer aparece con frecuencia en mujeres desde los 30 años. La exposición a la radiación y los antecedentes familiares elevan el riesgo de desarrollar esta patología.

Actualmente, explica Sandoval, hay un método que consiste en hacer punciones en la glándula con agujas que generan energía al interior del cuerpo y destruyen las células malignas, sin embargo, son pocos los pacientes aptos para este procedimiento. F

Para tener en cuenta

Chequeo. Los sospechosos de cáncer o aquellos que tengan una molestia en la garganta deben acudir a revisiones periódicas con el médico de cabecera para un diagnóstico oportuno.

Dieta. Los pacientes oncológicos deben consumir una dieta equilibrada en frutas, verduras, proteína y cereales. Deben aumentar el consumo de yodo al día con mariscos, huevos y lácteos.

Ejercicio. Los pacientes deben realizar una rutina de 30 minutos a una hora con movimientos de resistencia y fuerza. La caminata, natación y cada actividad física debe contar con un calentamiento previo.

Exámenes. Ante los primeros síntomas los especialistas realizaran un examen físico sobre el cuello, después se revisará con máquinas la existencia de un tumor o lesión que provoque dolor al comer o tragar.

Medicina. Los pacientes con sospecha de padecer esta condición no deben automedicarse con antigripales que actúan sobre infecciones de la garganta. Deben acudir al médico para una revisión completa.