Ayudar en el cuidado de los hijos es una idea que quedó en el pasado. Hoy se sabe que la atención que se brinda a los niños debe ser una responsabilidad compartida entre mamá y papá.

Tener un animal de compañía es a menudo uno de los anhelos de las familias. Este deseo suele llegar con frecuencia por los niños, quienes quieren tener un compañero de juegos y un amigo fiel. Pero esta decisión no debe basarse en un impulso o las ganas de complacer a los pequeños. En realidad integrar un perro o gato a la familia es un compromiso y una responsabilidad que recae en cada uno de los miembros de la familia.

El contacto entre los niños y la naturaleza debe fomentarse desde los primeros años de edad. Una opción es motivarlos a que se hagan responsables del cuidado de una planta en el hogar.