10 años de crear puentes invisibles

El grupo de teatro con integrantes de Ecuador, Colombia y Argentina está de aniversario. Lleva una década dedicado a las tablas.
Alegría Cáceres es actriz, pedagoga, investigadora y directora de actores. Se formó en una academia de teatro en Bogotá. Foto: Cortesía

Alegría Cáceres es actriz, pedagoga, investigadora y directora de actores. Se formó en una academia de teatro en Bogotá. Foto: Cortesía

3 de mayo de 2022 10:14

Un acordeón y una sombrilla blanca descansan en el piso de madera. Los objetos relucen sobre el escenario al borde del cual están sentados Víctor Stivelman y Alegría Cáceres. Es un caluroso y ventoso martes de abril de 2022; en un par de días presentarán sobre esas mismas tablas la obra con la que empezó todo.

Stivelman (de Argentina) y Cáceres (de Colombia) son parte del grupo de teatro Puentes Invisibles, que celebró a fines de abril su 10º aniversario. Completa el equipo la ecuatoriana Cristina Cevallos (de Tulcán), ausente en esta ocasión por motivos personales.

Para festejar por todo lo alto su década de existencia presentaron en el teatro de la Alianza Francesa de Quito la obra ‘La soledad de las luciérnagas’, el primer trabajo que hicieron juntos y la pieza inaugural del grupo, bajo el nombre de Puentes Invisibles.

Es un ciclo que se cierra para dar paso a nuevas formas de crear. Repite en la dirección Arístides Vargas. Tampoco muta la dramaturgia. Cambia el escenario (hace 10 años salieron a escena en el Teatro Variedades) y evoluciona
la interpretación.

La esencia

La “obra icónica” del grupo trata de una pareja de educadores que intenta generar nuevas alternativas de enseñanza. Esa tarde de abril, aunque sentados sobre el escenario, no son Antonio y Clara (los protagonistas), sino Víctor y Alegría rememorando su enriquecedora trayectoria sobre las tablas.

Escrita y actuada por Stivelman y Cáceres, la pieza se transformó en los últimos años. Fueron meses de reescritura y reestructuración de los textos. Más otra temporada intensa para lograr montarla. El regreso de ‘La soledad de las luciérnagas’ en este contexto tan particular de pandemia se da con la idea de sumarse al sentido de reactivación. “Queremos encontrarnos con el público de manera presencial”, asegura Stivelman. Cuenta el actor (también pedagogo, dramaturgo y director) que han tenido la suerte de no tener un parón como consecuencia de la pandemia de covid.

Esto, gracias a que un proyecto del grupo (una coproducción con el colectivo Ambar, de Perú) recibió fondos del Programa Iberescena. “Nos ha mantenido creando e investigando”, dice Stivelman.

En marzo empezaron con las programaciones por el aniversario del grupo. Fueron a Chilca, en el cantón de Tulcán, y se presentaron en una comunidad shuar de Kuamar, que tiene un grupo de teatro propio.

La obra aborda el tema de la educación, una cuestión que atraviesa al ser humano. Es sobre las distintas visiones que hay al educar. Foto: Cortesía

La obra aborda el tema de la educación, una cuestión que atraviesa al ser humano. Es sobre las distintas visiones que hay al educar. Foto: Cortesía


La diversidad y descentralización de públicos ante los que se presentan es un sello de su agrupación. Como lo es también el lenguaje teatral propio que han creado y que se trata de una búsqueda continua.

Son 10 años de existencia como un grupo de teatro independiente que saben a 20 o 30 años, declara Stivelman. “Por todo lo que implica estar generando posibilidades”. Han
sido años felices, alegres, de trabajo y disciplina.

Cáceres, por su parte, habla de la satisfacción de poder sostener un sueño, “algo en lo que has creído durante muchos años y también la idea de grupalidad. Sostenernos como amigos, colegas y compañeros”. El grupo, afirma, se alimenta de los dones de cada uno de los integrantes.

“Nos acompañamos, nos respetamos, nos queremos”, declara la actriz (también pedagoga, investigadora y directora de actores). Los miembros de este colectivo consideran que para ellos es más importante el quehacer teatral que el ego o la vanidad de la propia persona. Otro de sus sellos es la interculturalidad. Latinoamérica los une y los diferencia. 

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