El ajedrez se juega con la mente y el corazón

Son numerosos los estudios que han comprobado los beneficios del ajedrez como entrenamiento cognitivo. A los adultos mayores les ayuda también a socializar.
Cuando juegan ajedrez los adultos mayores del Centro Geriátrico Fuerza de Roble están acompañados de enfermeros y cuidadores.

Cuando juegan ajedrez los adultos mayores del Centro Geriátrico Fuerza de Roble están acompañados de enfermeros y cuidadores. Foto: Carlos Noriega

13 de agosto de 2022 21:09
Gabriela Balarezo

Es un lunes por la mañana y Jaime Pozo, de 76 años, está sentado en la mesa de la sala común del Centro Geriátrico Fuerza de Roble, en el norte de Quito. Rodeado por sus compañeros de residencia mira atento, imperturbable, el tablero de ajedrez frente a él. Ni la música que suena de fondo, ni los compañeros que hacen preguntas cada tanto le distraen.

Juega una partida contra uno de los enfermeros del lugar. Y si por él fuera se pasaría todo el día planeando movidas con las piezas. Confiesa Jaime que lo aprendió cuando era niño y no lo ha dejado desde entonces. El ajedrez es una de las actividades que se ofrecen a diario en el centro geriátrico en donde vive. Es parte de las terapias lúdicas para adultos mayores.

Son numerosos los estudios y los especialistas que respaldan los beneficios que tiene esta disciplina tanto para retrasar el envejecimiento cerebral o la aparición de alguna enfermedad neurodegenerativa. Más allá de las partidas y las competencias puede ser usada como una herramienta de entrenamiento cognitivo.

En el caso del Centro Geriátrico Fuerza de Roble, este pasatiempo más allá de ser un estímulo para el cerebro funciona muy bien como una oportunidad diaria que tienen los residentes para socializar. Cuando están con los tableros en frente comparten ideas y estrategias, cuenta Marilú Roble, psicóloga clínica y directora del centro. Además, les ayuda a combatir la ansiedad y la depresión.

En Quito, de hecho, existe un centro especializado en terapias basadas en ajedrez. Se llama Jaque Terapia y funciona bajo el mando de la psicóloga y también ajedrecista María Belén Rivadeneira. Lo fundó hace 6 años y acoge a personas de todas las edades: desde niños hasta adultos mayores.

El ajedrez le ayuda a Ana Rosa Moreno a mantener la atención.

El ajedrez le ayuda a Ana Rosa Moreno a mantener la atención. Foto: Carlos Noriega


Para este grupo etario, Rivadeneira plantea ejercicios neurocognitivos inspirados en el ajedrez. Usa tableros (de tamaño real y de mayor escala) con fichas para poner a trabajar al cerebro de sus pacientes. En los adultos mayores la terapia que plantea sirve para tratar tanto la pérdida de memoria como la desmotivación.

Recuerda la especialista que saber jugar ajedrez no es un requisito. Arlene Gabela, de 65 años, acudió a Jaque Terapia porque se olvidaba de las cosas. Ella no sabe jugar pero los ejercicios que hizo, durante 3 meses, guiada por la psicóloga, le ayudaron a concentrarse más. 

El primer paso, detalla Gabela, fueron unas evaluaciones y unos ejercicios que la psicóloga le hizo para determinar su estado y elaborar un plan específico para ella. “Me gustó mucho la dinámica del tablero (como ella lo llama) porque es algo que no había visto antes. A pesar de que trabajé durante muchos años en el ámbito de la educación”, indica la mujer.

De igual forma, dice que esta terapia le ayudó mucho porque empezó a concentrarse cada vez más. Confiesa que todavía se olvida de algunas cosas, pero ya no en la misma medida que antes. El programa de Jaque Terapia le permitió registrar sus movimientos de una forma más consciente, asegura.

Cuenta Rivadeneira que la idea de trabajar en base al ajedrez viene de su pasado como ajedrecista. Ella pudo comprobar en carne propia los efectos a nivel cognitivo que puede tener la práctica de esta disciplina.

Recuerda que durante la primaria le costaba muchísimo estudiar matemáticas. Simplemente no asimilaba nada. Todo cambio en secundaria y cuando empezó a entrenar ajedrez en la Concentración Deportiva de Pichincha. “No necesitaba ni siquiera estudiar”, confiesa. La mayoría de las veces entre los entrenamientos y las competencias le quedaba poco tiempo para repasar, así que se empezó a dar cuenta de que le bastaba con poner atención en clases. Gracias al ajedrez desarrolló mucho su sentido de atención.

Con el tiempo y después de realizar sus estudios en psicología empezó a investigar sobre las terapias en base a ajedrez que se hacían en otras partes del mundo. Es un campo que en países como España y Uruguay está mucho más desarrollado.

La propuesta de Jaque Terapia para los adultos mayores va más allá de jugar ajedrez como tal. Y surge como una herramienta que puede ayudarles a transitar de mejor esta etapa de desarrollo. El objetivo es aportar para que tengan un envejecimiento activo y que puedan aprovechar toda esa sabiduría ganada a lo largo de los años, explica la psicóloga.

Personas de la tercera edad juegan ajedrez en un centro especializado para su cuidado.

Personas de la tercera edad juegan ajedrez en un centro especializado para su cuidado. Foto: Carlos Noriega


Para atajar todos esos cambios a nivel mental que aparecen en la vejez, como lo es la pérdida de memoria, el programa que comanda Rivadeneira se enfoca en el aspecto emocional y mental. Se trabaja mediante herramientas psicológicas para darle un acompañamiento al adulto mayor. Sobre todo, escuchándole de forma activa para conocer los problemas que tiene.

En relación a la parte emocional, se parte del hecho de que “el ajedrez como la vida es una batalla. Sirve para hacer metáforas de lo que están viviendo en ese momento”, precisa Rivadeneira. Así, cada una de las piezas puede simbolizar algo de la vida del paciente.

El lado mental de esta terapia consiste en hacer ejercicios basados en el ajedrez, por lo que no es necesario que los interesados sepan las reglas. Se usan las piezas y el tablero como un recurso para proponer ejercicios que les permitan desarrollar la memoria, el razonamiento y la atención.

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