Balcones y portones se hacen en miniatura
Balcones y portones se hacen en miniatura
Marcelo Troya es un apasionado por la historia y el arte. Ama realizar caminatas y observar los pequeños detalles arquitectónicos del Centro Histórico de Quito, tanto así que reproduce portones y balcones en miniatura.
Para elaborar sus obras, pasa entre 12 y 15 horas en su taller, adecuado en la planta alta de su casa. La entrada al lugar creativo tiene una escalera improvisada. “Parece que subimos a un barco”, comenta. En el lugar se observan las réplicas de balcones y portones sobre una mesa central y en las paredes. Las góndolas, unas peculiares embarcaciones que ha realizado, también llaman la atención al ingresar al lugar.
Su gusto por crear miniportones inició en 2004. El primero que hizo fue el de la Iglesia del Sagrario. Cree que las personas no les dan mayor importancia a los pequeños detalles alojados en estas partes. Algunas contienen rostros de animales, cruces, candados y más.
Recrea las puertas tradicionales con la guía de una fotografía a color que mantiene en el taller. Cada obra es trabajada por 15 días hasta conseguir el producto final.
Las piezas decorativas son hechas completamente en madera; sin embargo, ciertos espacios simulan piedra y metal. Esas texturas se logran con componentes químicos y la creatividad que le pone el artista a cada obra.
El confinamiento por la pandemia de covid-19 en 2020 y 2021 le permitió hacer más de 30 obras que piensa comercializar en un futuro.
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