El Belén, en una exposición en el Carmen Alto

Más de 300 piezas que datan de los siglos XVIII y XIX conforman la muestra
El Belén está compuesto por unas 300 piezas que datan del siglo XVIII y XIX. Foto: Diego Pallero / Familia

El Belén está compuesto por unas 300 piezas que datan del siglo XVIII y XIX. Foto: Diego Pallero / Familia

23 de diciembre de 2019 14:23
Nancy Verdezoto

Cada año, el Museo de El Carmen Alto realiza la exposición de El Belén, como una forma de honrar la tradición católica del nacimiento de Jesús, pero también como un mecanismo para educar a las personas sobre la historia de Quito.

Este año, la muestra está dedicada a los oficios de la ciudad. Es una forma de contar el nacimiento de Cristo en el entorno urbano de Quito, en donde confluyen comerciantes, capariches, guasicamas, mindalaes y hacendados, explicó Myriam Navas, investigadora y curadora del Museo de El Carmen Alto.

El Belén está compuesto por unas 300 piezas que datan del siglo XVIII y XIX, y que se destacan como parte de la escuela quiteña, por las técnicas que se utilizaban, a pesar de que no se conoce a sus autores.

Estas obras estuvieron en poder de las monjas carmelitas descalzas, porque formaba parten de su tesoro religioso, con el que rezaban y adoraban a Dios.

Según Navas, este Belén es muy versátil porque cada año se puede adaptar a cada una de las propuestas museísticas que se hacen. En la muestra de este año, se observan las distintas escenas de la vida de Jesús, desde la anunciación del arcángel Gabriel hasta cuando el Niño está en el templo predicando a los doctores.

Pero también se observa el momento de la tentación de Adán y Eva en el paraíso.
Estas imágenes religiosas conviven con los personajes de la cotidianidad. Cada uno lleva su indumentaria tradicional y cómo formaban parte de la vida de la ciudad y en este caso, del nacimiento.

“Quito era una sociedad muy jerarquizada, conformada por castas, pero todos los estratos sociales tenían su conexión en el comercio y en los servicios. Desde zonas aledañas a la ciudad venían indígenas trayendo sus productos. Por ejemplo, de Cotocollao venían los alpargateros para vender sus creaciones”, puntualizó la especialista.

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