Un poco más de una campeona

La deportista Glenda Morejón trajo en marzo de 2022 otra presea dorada al país. Además del deporte, su familia, pareja y amigos alimentan su vida
La especialista en marcha atlética se prepara en Cuenca para su siguiente competencia, en julio de este año.  Foto: Cortesía

La especialista en marcha atlética se prepara en Cuenca para su siguiente competencia, en julio de este año. Foto: Cortesía

13 de abril de 2022 17:57
Carolina Castillo

Glenda Morejón Quiñónez aprendió a hacer las cosas con amor para que le salieran mejor. Eso le enseñó su familia desde que era pequeña y vivía en Ibarra, donde nació en el año 2000.

Ahora, cuando se realiza la entrevista para esta nota (21 de marzo de 2022), está en Cuenca, a más de 500 km de su ciudad natal y mantiene en la memoria la lección que le dieron sus padres. La recomendación le ha dado resultados.

Llegó hace unas semanas al Ecuador con otra medalla de oro en la maleta. La trajo desde Omán, un país ubicado al otro lado del planeta, donde ganó una competencia mundial en marcha atlética.

Tras la victoria hizo una pausa, o ‘descarga’ en el lenguaje deportivo, de una semana y media, luego empezó de nuevo sus prácticas. Se entrena en Cuenca para el reto que le espera en Estados Unidos en julio de este año. Pero no solo el amor familiar es su alimento, también el de pareja.

"Cuando una quiere superarse, busca el lugar, la manera; hace todo lo posible para cumplir sus metas” Glenda Morejón. Foto: Cortesía

"Cuando una quiere superarse, busca el lugar, la manera; hace todo lo posible para cumplir sus metas” Glenda Morejón. Foto: Cortesía


Tiempo para el romance

Está en una relación desde hace casi un mes y medio. Se siente enamorada y, aunque parece que se le hace un poco difícil hablar del tema, lo confirma. Él (como se refiere a su pareja) ha sido su apoyo, algo que Glenda considera fundamental en la vida y más en la de un deportista.

Sus padres y su novio son las personas más importantes para la campeona y, junto a ellos, los amigos, especialmente una: Paola Bonilla. Hacia ella siente una enorme gratitud por la ayuda que le brindó en momentos duros, explica Glenda.

De la familia, el amor y la amistad se nutren los días de la medallista. Ellos son los confidentes de sus anhelos. En estas personas, la deportista encuentra la empatía que necesita porque conocen su esfuerzo y no ven únicamente los logros sino todo lo que hay detrás.

Además de sus metas en la marcha atlética, tiene previsto culminar sus estudios. La carrera escogida es Educación Física. En este octubre, es posible que el horario que requiere se abra para asistir a clases sin dejar sus dos prácticas diarias.

Con su logros académicos y el deporte quiere ser un ejemplo para otros jóvenes. Considera que las mujeres deben seguir demostrando su talento en el deporte y trayendo resultados para inspirar a otras que, tal vez, no se animan a intentarlo por factores económicos u otros. Los límites solo están en la mente, les dice.

Glenda es, además, una embajadora de empoderamiento femenino. La deportista forma parte de la campaña 'Nacimos listas' que busca demostrar que las mujeres son capaces de enfrentar cualquier reto.

“Cuando una quiere superarse, busca el lugar, la manera; hace todo lo posible para cumplir sus metas”. De esa forma lo ha hecho Glenda. 

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