La cultura medieval tiene sus fans en Quito

Los amantes de este período recrean las prácticas de la época como las cruzadas, la cetrería, los combates y más por diversión.
La muestra de cetrería fue una de las que más llamó la atención. Foto: cortesía Jairo Proaño

La muestra de cetrería fue una de las que más llamó la atención. Foto: cortesía Jairo Proaño

10 de abril de 2023 17:39
Sara Oñate

Cuando era niño, Jairo Proaño recibió de sus padres libros que marcaron su vida. Se trataba de una colección sobre vikingos, faraones e incas.

Su curiosidad por esas culturas se alimentó porque su padre trabajaba en una feria medieval en Provins, Francia, mientras cursaba estudios de Urbanismo en ese país. 
Cuando llegaba a casa, en París, él le contaba al pequeño Jairo lo que veía en esos encuentros.
Las ferias medievales son típicas en Europa y en ellas se expone la cultura y tradiciones del período histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y el XV.

A lo largo del año, las calles de distintas ciudades europeas se llenan de artesanos, gente con trajes medievales, caballeros, bailarines, músicos, etc.

Todas las palabras de su padre siguieron latentes en la memoria de Jairo, que ahora tiene 49 años, y su anhelo siempre fue encontrar en Ecuador personas que se interesen por esa basta cultura. Quizás, también, asistir o participar en una feria como las de Europa.

Hace algún tiempo, de casualidad, Jairo asistió a una fiesta y ahí encontró a un hombre que llevaba una falda escocesa. Su nombre era Roberto y vestía esa prenda porque venía de una demostración de manejo de espadas. Así Jairo se enteró de que en Quito existe Excalibur, una academia que enseña esgrima medieval.

En la feria hubo demostraciones de lo que fueron las cruzadas. Foto: cortesía

En la feria hubo demostraciones de lo que fueron las cruzadas. Foto: cortesía

Después conoció a más personas amantes de lo medieval. Uno de ellos es Daniel González, de 39 años, que es ecuatoriano, pero viene de una familia alemana-danesa proveniente de una zona vikinga.

Por generaciones, las tradiciones vikingas se han mantenido, explica Daniel. Cuando esos guerreros cumplen 15 años se les entrega un escudo y cada uno debe buscar su propio símbolo y su propio camino.

Como parte de la tradición familiar también se elabora hidromiel, una de las bebidas fermentadas más antiguas del mundo. La receta de seis generaciones de esa bebida es una de las que atrae a los visitantes de Vikingo Errante, un espacio que abrió Daniel hace más de dos años en la capital.

En el lugar también se puede encontrar escudos, hachas, cuernos vikingos, joyas, juegos y más.

Dos jóvenes personificaron a los guerreros berserks vikingos. Foto: cortesía

Dos jóvenes personificaron a los guerreros berserks vikingos. Foto: cortesía

Un sueño cumplido

Jairo y otros apasionados por el medioevo se encontraron en una feria que se realizó en Quito a finales de marzo. En el evento, los expositores revivieron con dramatizaciones acontecimientos propios de la época como las cruzadas o guerras religiosas, explica el historiador David Landot, uno de los participantes. Además, se evocaron leyendas artúricas y combates medievales.

Se expuso armamento de la época y hubo muestras de equitación. Una actividad que atrajo a los asistentes fue la cetrería, que consiste en cazar presas con aves rapaces.

Aunque la feria fue temporal, el interés fue evidente y cientos de personas acudieron al encuentro, por eso los fanáticos de esta época proyectan volverla permanente e incluso llevarla a otras ciudades de Ecuador. 

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