Las madres se sublevan en el cine

El rol maternal en el séptimo arte de hoy escapa al arquetipo de abnegación
La maternidad en el cine

La maternidad en el cine

14 de mayo de 2018 17:19
Fernando Criollo

Aquella imagen de la mamá devota, ejemplo de virtudes y dedicada a distribuir su tiempo entre la atención a su marido, los quehaceres domésticos y la crianza de sus hijos está cambiando. Al menos en el cine de este nuevo milenio, la madre se presenta como una figura más compleja, a veces antagónica e incluso subversiva, protagonista de sus conflictos y llena de matices emocionales, culturales y sociales.

Para Cristina Moreno, programadora de la Cinemateca, cinéfila y madre, el cine y la realidad se influyen mutuamente, porque así como la imagen tiene la capacidad de influir en el imaginario colectivo, también es un reflejo y expresión de una época y una sociedad.

En el caso de la figura materna, Moreno asegura que el cine contemporáneo propone miradas que dejan ver otros matices. En ‘Coco’ (2017), por ejemplo, está construida a partir de personajes que pertenecen a tres generaciones. En la película animada, la madre, la abuela y la tatarabuela de Miguel (un niño que sueña con ser músico) se presentan como núcleo de las relaciones sociales, culturales y emocionales de una familia tradicional.

La figura materna en Coco es muy fuerte

La figura materna en Coco es muy fuerte

Por otro lado, ‘Conociendo a Ray’ (2015) es una película que ensaya otra noción de familia a partir de una adolescente transgénero (Elle Fanning), que decide someterse a una operación de cambio de sexo y los conflictos que eso significa para su madre (Naomi Watts), quien la crió sola después de su divorcio, así como para su abuela lesbiana (Susan Sarandon). Son mujeres que pertenecen a tres épocas distintas y que muestran un concepto más amplio y diverso sobre la feminidad y la relación madre-hija.

Pese a las diferencias, estas visiones coinciden en el reconocimiento de la madre como núcleo de afecto y sabiduría, a partir del cual se canalizan y resuelven los conflictos.

Moreno explica que la visión más contemporánea sobre la maternidad en el cine responde a un proceso de reivindicación femenina. Las producciones más recientes no solo están abandonando ciertos estereotipos de género, sino que además se arriesgan a explorar la maternidad más allá del hecho biológico y genital, abordando el tema desde la complejidad de la condición humana.

Ese es el caso de ‘Tres anuncios por un crimen’ (2017), donde Frances McDormand se transforma en el rostro de la tragedia, la impotencia y la indignación que recrimina la inoperancia de la Policía, sobre el caso de su hija violada y asesinada, con un mensaje escrito en tres vallas publicitarias.

Tres anuncios por un crimen

Caption del filme Tres anuncios por un crimen

Judi Dench sufre la misma ausencia, aunque en otras circunstancias, en ‘Philomena’ (2013), donde encarna a una madre que intenta encontrar a su hijo, 50 años después de ser obligada a darlo en adopción. Son dos personajes que comparten un mismo dolor: el de una madre huérfana.

La maternidad como opción también atraviesa historias como las de ‘Juno’ (2007), donde Ellen Page se enfrenta al dilema de abortar o dar en adopción a un hijo que no esperaba, o ‘La habitación’ (2015), en la que Brie Larson da vida a una joven que se ve forzada a tener y criar al hijo del hombre que la violó y la mantuvo secuestrada.

El filme Juno

El filme Juno

Pero la opción de tener descendencia no está limitada a las adolescentes. El espectro se amplía gracias a la desesperante frustración de Tilda Swinton, en ‘Tenemos que hablar de Kevin’ (2011), donde interpreta a una mujer de 40 años que decide tener un hijo, sin saber que esa experiencia la llevaría camino hacia la desesperación y el miedo. En otros casos será la intuición la que guíe el camino, como en ‘Yo, Tonya’ (2017), en la que Allson Janney se convierte en un modelo materno asfixiante.

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