Niños que sueñan en grande

Los chicos y chicas que se dedican al deporte con afán de hacerlo su carrera aprenden a equilibrar las diferentes facetas de su vida.
Boris entrena cinco horas diarias. Por la mañana antes de ir a clases y por la tarde al salir se dedica a practicar con su pala de tenis de mesa. Foto: Patricio Terán/FAMILIA

Boris entrena cinco horas diarias. Por la mañana antes de ir a clases y por la tarde al salir se dedica a practicar con su pala de tenis de mesa. Foto: Patricio Terán/FAMILIA

29 de mayo de 2023 23:01
Gabriela Balarezo

Un martes por la mañana, Boris Néstor Villavicencio, de 11 años, está sentado en un pupitre cerca de una ventana en un aula de la Unidad Educativa Concentración Deportiva de Pichincha, en Quito. La clase es de ciencias naturales, su favorita, y la profesora está dando instrucción.

Y aunque a Boris le gusta mucho esa materia, solo anhela que llegue la tarde para estar de nuevo tras la mesa color azul con líneas blancas. Con su pala en mano, listo para bolear.

Acaba de regresar del Campeonato Sudamericano de Tenis de Mesa, celebrado en Asunción, y se trajo a casa 4 medallas de oro. “Ganó todo lo que podía ganar”, dice su papá Boris Villavicencio con orgullo. Pero él estaba muy seguro de que lo lograría, porque día a día ha sido testigo de su esfuerzo y total dedicación.

Boris, al igual que sus compañeros de la Unidad Educativa Concentración Deportiva, creada hace dos años, es parte de una nueva generación de niños que ha centrado su vida en el deporte.

Aunque ya pasaba en generaciones pasadas, cada vez es más común en la actualidad ver a pequeños que desde edades tempranas se dedican más allá del interés recreativo a la práctica de una actividad física, incluso con el fin de llegar al nivel profesional.

Escuelas para atletas

Para eso se entrena cinco horas al día, solo descansa los domingos, aunque esos días también juega unos cuantos partidos con su hermano, Boris Yeriel, de 14 años, con quien comparte la pasión por el tenis de mesa. Su hermano, quien es deportista de alto rendimiento, es modelo a seguir.

Dice Boris que cuando juega se siente contento y que para su deporte se necesita agilidad. Los entrenamientos no son cansados para él y se le pasan volando. Está concentrado en su próxima meta, un cupo para participar en el Mundial.

Bianca, Joaquín y Benjamín compatibilizan sus carreras deportivas con sus estudios en Comuna. La clave para los tres es ser disciplinados y tener una rutina que les permita asistir a sus entrenamientos. Foto: Patricio Terán/FAMILIA

Bianca, Joaquín y Benjamín compatibilizan sus carreras deportivas con sus estudios en Comuna. La clave para los tres es ser disciplinados y tener una rutina que les permita asistir a sus entrenamientos. Foto: Patricio Terán/FAMILIA

Así como los niños deportistas son cada vez más, también la oferta educativa y académica se va acoplando a sus necesidades. En Comuna, una escuela que ofrece un proyecto educativo diferente, hay un programa pionero enfocado en los estudiantes-atletas.

En Comuna School for Athlets “integran y potencian la vida deportiva y la excelencia académica y emocional” de los alumnos que dedican gran parte de su día a día a la práctica de algún deporte. Además de la flexibilidad de horarios, cuentan por ejemplo con clases presenciales personalizadas con profesores especializados.

Entre los estudiantes que asisten a este lugar están Bianca y Joaquín, ambos de 12 años, quienes practican tenis desde muy pequeños. Los dos tienen una rutina muy marcada, que les permite compatibilizar estudios y entrenamientos.

Para ellos, llevar esa ‘doble vida’ es algo totalmente natural y que asumen sin quejas. Se entrenan entre 3 y 4 horas diarias 5 o 6 días a la semana. Joaquín dice que el tenis además de ser una actividad que le gusta mucho es algo en lo que ha invertido mucho tiempo y sueña con conseguir una beca de tenis al entrar a la universidad.

“Es como la mitad de mi vida”, confiesa Bianca, y asegura que también en las canchas y con raqueta en mano es donde más libre se siente.

Benjamín, de 13 años, lleva 7 dedicado al karting. “Es algo en lo que me siento cómodo haciendo”, dice sin titubear. Aunque ha tenido que aprender a controlar las emociones cuando está detrás del volante y perderle el miedo a la velocidad,
él sabe que es a lo que quiere dedicar su vida. Aunque requiere esfuerzo no es algo que le pesa. “A mí me ha ayudado mucho. Todo el mundo debería hacer un deporte”, asegura. 

Metas claras

Boris. Empezó a los 4 años en gimnasia artística y pasó después al tenis de mesa. Sueña con llegar a unas Olimpiadas.

Bianca. Tenía 4 años cuando tomó una raqueta por primera vez. Quiere alcanzar un cupo para el Sudamericano.

Joaquín. El tenis es un deporte que siempre ha estado presente en su familia. Su tío ganó una beca completa y él quiere alcanzar lo mismo.

Benjamín. Desde muy pequeño tiene afición por los autos. Su meta es ir a Italia y entrar en las fórmulas.

Te puede interesar