Conocer los espacios donde vivimos y apropiarse de ellos hace que los cuidemos y los tomemos como parte de nuestra identidad. Esa es la principal razón por la que tres jóvenes arquitectos, Sarahí Márquez, Pablo Cevallos y Valeria Sandoval, formaron Patch Arch.

En este espacio colaborativo se investiga, aprende y divulga información sobre la arquitectura de las ciudades de Ecuador y del mundo. Lleva ese nombre porque lo consideran una especie de parche en el que muchas piezas que componen la ciudad se juntan y forman un gran lienzo, explica Valeria Sandoval.

Sarahí, Pablo y Valeria son tres quiteños que se conocieron mientras estudiaban Arquitectura en la PUCE (U. Católica). Al graduarse tomaron rumbos diferentes y salieron del país para continuar sus estudios.

En el extranjero descubrieron una sociedad orgullosa de sus espacios y apropiada de sus edificaciones. Cuando volvieron a Quito, se cuestionaron si en el país existe ese reconocimiento de los espacios o si la gente se siente parte de ellos.

Durante una reunión por Zoom, en el confinamiento, Pablo accidentalmente mostró unos dibujos que estaba haciendo y desde ahí surgió la idea para llevar la arquitectura al ciudadano de a pie. Es entonces que se propusieron ilustrar las edificaciones icónicas para la arquitectura, en principio quiteña, y buscar formas de exponerlas a las personas para que aprendan y aprecien los espacios que habitan.

Al comienzo la idea era difundir su profesión de una forma más simple y fácil. “Somos conscientes de que la arquitectura puede ser muy técnica y específica”, dice Valeria.
Luego, Pablo, arquitecto y docente universitario, creyó importante incluir un componente educativo. “Enseñar un poquito sin que la gente se dé cuenta”, dice.

Entonces decidieron incluir en las ilustraciones impresas un texto breve con una experiencia y datos de la edificación, para acercarla aún más a las personas. “Si alguien llega a preguntarse ¿Qué más habrá en mi ciudad?, creo que mi trabajo está hecho”, concluye Pablo.

En este proceso de creación, se dieron cuenta de que más compañeros arquitectos hacían lo mismo: ilustraban edificaciones y creaban sus bitácoras personales sin mostrarlas al mundo. Así que, en noviembre de 2021, se unieron otros tres especialistas en el área.

El equipo creció y abrieron un perfil en Instagram, donde tienen una demostración de las ilustraciones que realizan no solo de Quito, sino también de otras ciudades del mundo.

A través de esa plataforma los han buscado de distintas partes del Ecuador, para encargarles ilustraciones nacionales e internacionales. Una ocasión postearon en redes sociales una foto del Hotel Quito, que estaban ilustrando, y preguntaron a los internautas de qué inmueble se trataba. Recibieron respuestas incorrectas, entonces supieron que su propósito sí tenía sentido.

Sarahí Márquez propuso elaborar productos de uso cotidiano que lleven las ilustraciones. Así crearon una agenda, pósteres y postales que están disponibles en la tienda ImagiNativa, en Quito.

Otra idea que se está gestando es la de incluir en la compra de estos productos un pase con descuentos para visitar las edificaciones que ilustran, algunas de la cuales son puntos turísticos. La propuesta ya se llevó a cabo en la cafetería del Hotel Quito.

Así, las personas viven una experiencia arquitectónica, gastronómica y de reconocimiento de espacios. Ahora están tocando puertas para incluir esta parte de su proyecto en más edificios icónicos.

La propuesta no va a quedar ahí. Debido a la buena acogida que han tenido, incluso a escala internacional, los integrantes de este espacio colaborativo buscan visitar otras ciudades del país y del mundo para replicar la idea.

En enero de 2022 lanzaron el sitio web que muestra su catálogo de ilustraciones actualizado e invita a más personas a unirse. Buscan renovar cada año esta lista y ofrecer ilustraciones únicas que develen la riqueza arquitectónica que nos rodea.