El romance nace también en la edad de oro

Los adultos mayores no son una excepción en el amor. La historia de dos parejas que se conocieron y enamoraron en la tercera edad lo demuestra.
María y José Ernesto tienen 81 y 72 años. Se acompañan a todos lados, se apoyan y se cuidan desde que se conocieron. Foto: Julio Estrella / Familia

María y José Ernesto tienen 81 y 72 años. Se acompañan a todos lados, se apoyan y se cuidan desde que se conocieron. Foto: Julio Estrella / Familia

15 de febrero de 2022 08:00

Por Yadira Trujillo Mina

Dicen que nunca es tarde para el amor y tienen razón. Enamorarse no es algo de la adolescencia, de la juventud o la adultez. ¿Por qué dejar por fuera del amor a las personas que se encuentran en la edad de oro? No hay motivos, pues ellos también lo sienten y lo viven a plenitud.

“Mientras estemos con vida, el corazoncito late, el hecho de estar viejitos no implica que no nos vamos a enamorar”, dice Teresa Flores. A sus 85 años, la adulta mayor sintió de nuevo el amor.

Hace cinco años se quedó viuda y cayó en depresión. Un año después de su pérdida, César Gallegos llegó a su vida y cambió su dolor por felicidad. Teresa recuerda cómo se enamoró. “Me invitó a tomar un café. La primera vez no acepté, pero luego salimos y surgió una linda amistad”.

Lo que más le gusta de él es el cariño que le da. Aunque no viven juntos, César dice que su relación no es algo pasajero y está seguro de que está enamorado. ¿Cómo lo demuestra? Siempre se preocupa por ella y está pendiente de sus necesidades y deseos.

Los adultos mayores tienen la experiencia de la vida y saben priorizar muy bien el amor, explica la psicóloga Montserrat Gortaire. “Tienen más abierta la posibilidad de amar en lo profundo, en lo espiritual y lo trascendente”.

Gortaire señala que hay dos tipos de amor: el eros y el ágape. El primero se refiere al gusto y el placer en todos los sentidos, y el segundo, a la entrega en situaciones buenas y malas, por ejemplo, en momentos de enfermedad. “Los adultos mayores tienen más claros los dos. A veces, la gente joven solo mira el amor eros”.

Una muestra de ello son María Quishpe y José Ernesto Cóndor, de 81 y 72 años, respectivamente. Ambos vivían relaciones dolorosas hasta hace cinco años, cuando asistieron al programa para adultos mayores 60 y Piquito y se conocieron.

María recuerda que el amor surgió entre actividad física, bailes y paseos en grupo. “Así nos fuimos conociendo y luego de un año nos juntamos”. Empezaron contándose sus penas y ahora son inseparables, cuenta la adulta mayor. “Adonde sea, ­vamos juntos”.

Para José Ernesto, María es la mejor compañía que pudo llegar a su vida. Cuenta que se sentía solo y, al haber sufrido maltrato, su nuevo amor se convirtió en un gran apoyo. “Nunca pensé en separarme y encontrarle a ella. Soy feliz”.

El sentirse amado hace que, como en cualquier etapa de la vida, las personas se sientan seguras, confiadas y protegidas en la tercera edad, señala Saskia Calahorrano, psicoterapista integrativa. Por ello, dice, el amor es beneficioso en cualquier edad.

Generalmente, los abuelos que entablan una nueva relación de pareja se encuentran en la edad adulta inicial, dice Calahorrano. “Conservan casi la totalidad de las funciones físicas, cognitivas y afectivas, lo que les permite controlar los pensamientos, emociones y conductas con total solvencia”.

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