Valeria se aferró a un sueño y a una promesa

Por muchos años, la comunicadora Valeria Ojeda estuvo convencida de que no podía tener hijos. Su anhelo de ser madre era tan grande que buscó refugio y respuestas espirituales en donde finalmente encontró una promesa.
Valeria Ojeda, de 33 años, es periodista y comunicadora corporativa. También participó en certámenes de belleza. Foto: cortesía

Valeria Ojeda, de 33 años, es periodista y comunicadora corporativa. También participó en certámenes de belleza. Foto: cortesía

15 de mayo de 2023 07:30

‘A veces pienso que hay personas que se presentan en la vida para hacerte creer que no vas a poder cumplir tus propósitos y tus objetivos, pero si uno es firme y confía, logrará lo que desea”. Lo afirma Valeria Ojeda, periodista y comunicadora corporativa de 33 años.

Esta frase la menciona con frecuencia porque recuerda una experiencia que la marcó por mucho tiempo. Cuando apenas tenía 25 años, durante un chequeo habitual, el médico le dijo que no podía tener hijos.

Recibir esa noticia la dejó en shock. El anhelo más grande que tenía en su vida, que era tener un bebé, se desvanecía y cientos de dudas y miedos se apoderaron de su cabeza.

Pero Valeria se aferró a ese anhelo y a una promesa. “Me entregué mucho a Dios, busqué su palabra y tuve un sueño”, dice.

En este camino, Ojeda soñó que leyó un versículo de la Biblia en el que Dios le prometía que va a ser madre y que ese hijo, el de la promesa, se llamará Samuel.

Valeria confió en esa palabra y se aferró a ella. Cuando tenía 30 años, y sin someterse a ningún tratamiento de fertilidad, ya estaba esperando a Samuel, el bebé que le habían dicho que jamás podría tener, y que llegó su vida y la de su esposo para dar esperanza, fuerzas y sentido a muchas cosas.

Hasta el día de hoy la joven periodista no entiende la razón del médico para decirle tan a la ligera que no podía tener hijos, sin tener ningún sustento técnico, sin haberle realizado estudio alguno y en una primera visita a una persona cuya gran ilusión era convertirse en madre.

Bastante tiempo ha pasado desde aquella experiencia y Ojeda lo ve como una especie de obstáculos en la vida, ya sean situaciones o personas que se presentan para hacernos creer que no podemos lograr nuestras metas, nuestros objetivos. Sin embargo, siempre debe primar la confianza en uno mismo y la perseverancia.

Samuel nació en plena pandemia del covid-19. Tiene dos años. Foto: cortesìa

Samuel nació en plena pandemia del covid-19. Tiene dos años. Foto: cortesía

El camino recién se iniciaba

Con Samuel en su vientre, Valeria se sentía completa. En su vida se plasmaría el sueño más grande que tuvo desde joven. Pero aún faltaba mucho camino por recorrer, apenas era el inicio de un proceso largo y con complicaciones.

El embarazo de Ojeda fue de alto riesgo, lo que la obligó a permanecer en reposo en su casa por largos períodos. Todo esto ocurrió en plena pandemia del covid-19, en 2020.

Si bien fue una época difícil, llena de mucha incertidumbre, Valeria optó por ver el lado positivo, mientras lo único que le tenía permitido hacer el médico era ir sola al baño. Por lo demás, toda actividad física le fue desaconsejada. Debía estar todo el tiempo recostada.

Ese fue uno de los retos más grandes que enfrentó durante la gestación. La comunicadora se considera una mujer muy activa, que nunca se queda quieta.

Además del trabajo en su profesión, siempre ayudó a su madre que es diseñadora de modas y fabricante de ropa al por mayor. También, desde los 9 años, participaba en desfiles de diseñadores de marcas nacionales e internacionales.

“Siempre he sido emprendedora y me gusta estar activa. Con el embarazo de alto riesgo no tuve opción y me tocó quedarme en casa, sin poder moverme, sin ser autosuficiente. Fue la etapa más dura”, recuerda la comunicadora.

Lejos de amilanarse, Ojeda decidió instruirse y en ese tiempo leyó decenas de libros e investigó todo lo relacionado con la maternidad, lactancia, cuidados del bebé... La adversidad por la que atravesaba la transformó en una oportunidad para aprender. “Yo todo lo veo como una oportunidad, si uno le da la vuelta a lo difícil se vuelve una enseñanza”, agrega.

Todo este período lo vivió cuando la pandemia recién empezaba. Las medidas de bioseguridad en su casa eran extremas y debido a su condición debía tener más cuidados. Pese a la tensión que se vivía, Valeria agradece que todo sucedió en ese tiempo porque su esposo, por el teletrabajo, pasó más tiempo en casa y pudo cuidar de ella.

La comunicadora esperaba que su parto fuera natural, pero en el último trimestre del embarazo tuvo cálculos en la vesícula que le ocasionaron fuertes dolores. Así su parto se adelantó tres semanas. Samuel no presentó ninguna complicación y es un bebé sano y fuerte.

Para Valeria, cada etapa que vivió en el embarazo y en la actualidad con el bebé ha sido un constante aprendizaje que nunca termina. Ahora se conoce más así misma y sabe que puede enfrentar sus mayores temores. También valora a cada persona que está en su entorno por la ayuda que le brindan.

Su esposo es su principal aliado y amigo. Considera que si ambos están bien, Samuel también lo estará. Por ese motivo recalca que no se debe descuidar la relación cuando llegan los hijos. Siempre hay que buscar espacios para compartir y disfrutar como salir al cine, a cenar, al teatro. F

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