Winnie Pooh, el oso de peluche regresa al cine

Disney refresca el universo que creó el escritor Alan Alexander Milne, en una cinta con actores reales
‘Cristopher Robin’ (2018) es la primera cinta  de Winnie Pooh con actores reales. Ewan McGregor interpreta a un Cristopher adulto y con familia.

‘Cristopher Robin’ (2018) es la primera cinta de Winnie Pooh con actores reales. Ewan McGregor interpreta a un Cristopher adulto y con familia.

16 de agosto de 2018 15:54
Nancy Verdezoto

Hace unos días se estrenó una de las cintas de la factoría Disney más esperadas del año, y también una de las más arriesgadas, debido a que el universo de Winnie Pooh es mostrado por primera vez en ‘live-action’, con actores reales. Un riesgo enorme, pues el osito amarillo es un clásico de la animación, aunque su origen haya sido la literatura.

En ‘Cristopher Robin’ se intenta rescatar al Winnie Pooh de los inicios desde el punto de vista gráfico, cuando el inglés Ernest Howard Shepard ilustraba los primeros relatos de Alan Alexander Milne, allá por 1926. El director Marc Forster y su equipo estudiaron los trazos de acuarela de Shepard para crear los peluches de Winnie Pooh, Tigger, Piglet, Conejo, Igor y el resto de los habitantes del Bosque de los Cien Acres.

También es el primer largometraje sobre estos personajes desde el 2011. Se han filmado cinco películas para salas de cine, pero también cinco cortometrajes para la gran pantalla y nueve películas que fueron directamente al consumo casero. Además, hubo varios programas de televisión.

Disney hizo popular al osito amarillo Winnie Pooh, que fue diseñado gráficamente en 1926 por Ernest Shepard.

Disney hizo popular al osito amarillo Winnie Pooh, que fue diseñado gráficamente en 1926 por Ernest Shepard.

Aunque los niños son el público central, en realidad Milne jamás concibió a su oso Winnie-The-Pooh, como lo escribía, como un personaje infantil, a pesar de su dulzura al hablar, su inocencia y su imagen absolutamente tierna, de peluche.

El sentido del humor de los relatos era más propio de los adultos y el autor jamás leyó sus cuentos a su hijo, que -todos lo saben- es el mismísimo Cristopher Robin. Pero el libro fue vendido como infantil, y tuvo éxito en las perchas.

Antes de que Walt Disney le echara el ojo, el primero que explotó la imagen del personaje fue Stephen Slesinger, un pionero de las licencias para crear mercadería y productos oficiales y que, en 1930, ya producía USD 50 millones por la venta de peluches, juegos de mesa y programas de radio. En esa época se decidió que Winnie Pooh tuviera saco rojo.

Slesinger murió en 1953 y su viuda negoció con Walt Disney los derechos. Las hijas de Disney eran fanáticas del osito y el productor dulcificó aún más a Winnie Pooh, gracias a sus cortometrajes y los productos derivados con los diseños de Shepard, pero estilizados, y sobre todo gracias a canciones como ‘Up, Down and Touch the Ground’ y otras, compuestas por los hermanos Robert & Richard Sherman. Sí, los mismos de ‘Mary Poppins’.

Winnie Pooh nunca más salió del redil de Disney, aunque hubo intentos de expansión más allá de la marca del ratón, como la célebre trilogía soviética de Fyodor Khitruk, que entre 1969 y 1972 estrenó sus filmes con el respectivo permiso capitalista, en un gesto de distensión en la Guerra Fría.

Se verá si la nueva manera de interpretar el mundo de Winnie Pooh cala entre el público. Por lo pronto, se acaba de difundir que Winnie Pooh en realidad es hembra, porque el oso de zoológico que inspiró a Milne era la osita Winnipeg. Pero no: el autor pensó en un oso desde el inicio

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