La educación actual tiene muchos retos que superar. Uno de ellos es la inclusión de todos los niños que tienen capacidades diferentes.

La normativa dispone que las escuelas y colegios acepten a todos los niños que tengan alguna necesidad educativa especial, pero no todos lo hacen, porque no disponen de la capacitación para hacerlo o simplemente por los estereotipos que existen al respecto.

Afortunadamente hay otros que han entendido la necesidad de los niños y de sus familias para acogerlos sin discri­minación. Pero, ¿qué son las necesidades educativas especiales?

Los niños o jóvenes que tienen necesidades educativas especiales tienen dificultades de aprendizaje o algún tipo de discapacidad que les dificulta aprender como lo hacen los demás niños de su edad.

Alejandra tiene 10 años y tiene dislexia. Esta le fue detectada cuando tenía 6 años y empezaba su proceso de escolaridad. En el colegio no le brindaron la ayuda necesaria, así que tuvo que cambiarse. Ahora, ella recibe apoyo y ayuda en las aulas, porque los maestros entienden que su cerebro percibe las letras de otra manera.

Muchos de los niños que tienen alguna necesidad educativa y no reciben apoyo en las escuelas terminan con problemas emocionales relacionados a la baja autoestima o la depresión. Sufren acoso escolar y no pueden aprender lo que deberían para su edad.

Por ello, es necesario recibir ayuda de inmediato. La dislexia, el autismo, el trastorno de déficit de atención y discalculia son algunas de las necesidades educativas especiales. Estas requieren de apoyo en las escuelas, de sus padres y muchas veces de profesionales especializados en las distintas áreas para salir adelante.

Según Tamara Toledo, psicóloga clínica y especialista en niños con necesidades educativas especiales, la detección temprana de los trastornos pueden marcar la diferencia en el futuro de los pequeños.

Muchas veces, los primeros en detectar estos problemas suelen ser los docentes, porque ellos conviven con los pequeños en su entorno educativo. Por ello, es necesario que ellos estén capacitados para comprender cómo actuar en estos casos y poder ayudarles a superar sus requerimientos.

Por ello, también es necesario que los padres sean honestos con el colegio y les informen sobre cualquier necesidad especial de sus hijos. Esto facilitará el proceso de adaptación y educación de los niños.

“Los primeros años de vida son un momento crucial para el desarrollo físico, emocional, social e intelectual de los pequeños. Si cree que su hijo puede tener algún problema de desarrollo, no lo deje pasar, deberá acudir al médico para valorar la situación del pequeño y tener la ayuda necesaria”, recomiendan los expertos.

Muchas veces se debe trabajar con profesionales de varias áreas para detectar y para apoyar a los chicos en su proceso educativo.

Pediatras, neurólogos, pedagogos y psicólogos clínicos son algunos de los especialistas que apoyarán a los niños con necesidades educativas especiales, puntualizó Toledo. Por ello, lo más importante es la detección temprana y correcta.