Salir a cualquier parte con un bebé puede resultar un dolor de cabeza. Hay que llevar coche, portabebés, pañalera, cambiador, un sinnúmero de prendas de vestir, biberones, pañitos húmedos... Trasladamos la casa entera en cada salida al supermercado.

Además, los espacios dedicados para disfrutar con los bebés son escasos. La mayoría está pensado para niños en edad escolar, que pueden correr por todo lado, que necesitan juegos para divertirse y ensuciarse sin problema.

Por ello, María José Roldán decidió crear una cafetería pensada para los bebés y sus mamás. Esto surgió porque cuando ella se convirtió en madre no tenía ningún lugar para pasar con su pequeño en calma, donde no tenga que estar pendiente a cada instante de que su pequeño fuera golpeado por los niños más grandes.

Al nacer su segunda hija, hace un año y medio, decidió empezar con su emprendimiento. Creó sillas mecedoras con cuna incluidas, para que los pequeños se acuesten y duerman mientras mamá se relaja con sus amigas o trabaja libremente. Al inicio estaba ubicada en Quito, pero por cuestión de espacio y de características del lugar, se mudaron a Cumbayá.

“Todo emprendimiento sale de una necesidad que se tiene. Y fue increíble la acogida que tuvo porque a muchas mamás les interesó y les llamaba la atención, podían estar con otras mamás y compartir”, explicó Roldán.

En este espacio se realizan también charlas relativas a la maternidad, como la lactancia materna o el control de los berrinches. Así, se ayuda a las mamás a comprender mejor el proceso de convertirse en madres por primera vez o de lidiar con los hijos y sus problemas.

En este espacio se sienten tranquilas, en paz y seguras. Donde no son juzgadas y ni se presionan en su aprendizaje.

Asimismo, hay talleres diarios para aprender y relajarse. Hacen cultivos en huertos, estimulación psicomotriz, etc. En el patio, madres e hijos pueden jugar, cantar y bailar. Son libres de realizar cualquier actividad para compartir en familia.
Esto ayuda a los bebés a mejorar sus habilidades de desarrollo y a mejorar en su crecimiento social, al poder compartir con niños de las mismas edades.

En Happy Mom también hay un espacio de coworking, donde conviven profesionales ligadas a la maternidad: hay una fotógrafa de recién nacidos y embarazadas, nutricionista, psicopedagoga y un apoyo para empoderar a las mujeres.

Pero además, en la cafetería se sirven productos naturales y veganos para las madres, y también se realizan papillas con frutas frescas para los bebés. Así, todos están atendidos y no hay que preocuparse si alguna mamá tiene restricciones en su dieta.

Cuando una mujer tiene a su hijo debe tener cuidado con lo que come, porque todo lo que ella recibe lo transmite a sus hijos a través de la leche materna. Por ello, muchos pediatras restringen el consumo de ciertas frutas, granos y hasta lácteos, porque pueden producirse alergias en los pequeños y traer consecuencias negativas en el desarrollo de los bebés.

Para Roldán, la idea de su proyecto es que allí puedan hablar entre madres, encontrarse con sus dudas y miedos, escuchar las experiencias de otras mamás y convertirse en las mejores posibles.