Diciembre suele ser el mes de los excesos. Las invitaciones navideñas y de fin de año siempre están acompañadas de grandes cenas y brindis, que a más de ser un momento de unión y alegría, pueden convertirse en un problema para la salud.

“El aparato digestivo y el hígado pueden ser los órganos más perjudicados. Esto debido a que las grasas, aliños o dulces en exceso exigen mayor esfuerzo a estos órganos, provocando indigestión, llenura, acidez estomacal, entre otros problemas médicos”, explicó Gregory Celis, director Médico de Bagó.

Por ello, se debe tener cuidado de lo que se come y de lo que se bebe, porque las bebidas alcohólicas tienen muchas calorías y además azúcar que puede provocar problemas.

Incluso, las personas que tienen diabetes, hipertensión y gastritis deben cuidarse mucho más en estas fechas. Es fácil dejarse seducir por los postres o las comidas que contengan un exceso de grasa. “Lo más recomendable es que mantengan la dieta equilibrada de todo el año, y si no se puede evitar comer algún platillo especial, se debe hacerlo en porciones pequeñas, manteniendo un control en las azucares y sales”, señaló el especialista.

Precisamente, en las porciones está el secreto para no afectar la salud. De acuerdo con Sofía Paredes, nutricionista de Natural Vitality, no hace falta privarnos de alimentos específicos, sino encontrar un balance en “donde podamos permitirnos unos gustitos, tratar de no beber mucho alcohol y controlarnos con los postres o repeticiones”. De esta manera se puede ir a todos los compromisos sociales que se tengan sin sentirse enfermos o incómodos.

Como recomendación, Paredes añade que para evitar los excesos es preciso que días antes y después “nutramos nuestro organismo, reduciendo el consumo de grasas y carbohidratos, con hidratación y ejercicio que ayuden a eliminar toxinas acumuladas por el consumo de comidas procesadas y alcohol”. Al desintoxicarnos, nuestro cuerpo estará listo para asimilar de mejor manera los alimentos que consumamos en estos días.

“Nuestro cuerpo necesita consumir provisiones bajas en grasa como verduras y frutas, dietas que cuenten con macronutrientes: carbohidratos, proteínas, grasas saludables y micronutrientes: vitaminas y minerales. Por ejemplo, carbohidratos complejos como guisantes, frijoles, granos enteros y hortalizas en lugar de carbohidratos simples como el azúcar de mesa, golosinas o harinas blancas”, explicó la nutricionista.

Actualmente, para nuestra fortuna, existen productos que son saludables y que no traen afectaciones a la salud de las personas. Entre ellas el chocolate más amargo, que es el que tiene un mayor porcentaje de cacao y no se añade leche o azúcares innecesarios.

La variedad es amplia y nos permite disfrutar de una golosina sin que esta traiga consecuencias negativas para nuestro organismo. Lo importante es buscar la forma de hacerlo.