Marie Kondo sorprendió al mundo a inicios de 2023 al admitir que, tras el nacimiento de su tercer hijo, se rindió respecto de la aplicación del método de limpieza y orden que ella misma creó y la hizo reconocida.

“Hice todo lo posible para mantener mi casa ordenada en todo momento. Pero terminé dándome por vencida. Ahora me doy cuenta que lo más importante para mí es disfrutar el tiempo con mis hijos en casa”, dijo la ‘Reina del orden’.

La autora del libro ‘La magia del orden’ confesó que su casa está desordenada. Sin embargo, reconoció que siente que la forma en que pasa su tiempo ahora es la correcta. Esta y más prácticas de limpieza atraen a millones de personas amantes del orden y del aseo, pero llevadas a extremos que pueden resultar perjudiciales.

Sara Gutiérrez, especialista en la organización de espacios señala que, si bien mantener el orden y limpieza en el hogar es importante, hay que hacerlo de una manera adecuada y sin caer en el extremo.

Es decir, hay que manejar tiempos e involucrar a todos los miembros de la familia en las tareas y no cargar a una sola persona la responsabilidad; que, generalmente, recae en el ama de casa.

María del Pilar Berzosa, psicóloga clínica y profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNIR, explica que tener hábitos de orden es bueno para funcionar mentalmente, incluso para resolver problemas, pero no podemos dejar que se convierta en una manía. Esto ocurre cuando se rebasan ciertos límites.

La especialista explica que el orden y la limpieza se transforman en una obsesión cuando hay una necesidad absoluta y una prioridad de que todo tenga determinado orden, de acuerdo con las expectativas exclusivas de la persona.

Sus pensamientos, indica Berzosa, están enfocados en que si no está bien ordenado, las cosas no le van a salir bien. “La mente se vuelve muy rígida y se cree que determinadas situaciones solo funcionarán si tengo ese orden. El extremo de ese malestar ya se convierte en un trastorno obsesivo compulsivo (TOC)”, señala.

César Moreno, psicólogo y psicorrehabilitador de la Universidad de las Américas, agrega que esta conducta se puede evidenciar cuando, por ejemplo, la persona vuelve a asear algo que ya está limpio o a reordenar las cosas incluso si recién terminó de hacerlo.

Los dos especialistas recomiendan que cuando se detecten estas conductas se busque ayuda profesional. Si se deja pasar más tiempo, se pueden desarrollar otras manías.

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