Todo trabajo, movimiento y posición que se realiza tiene una forma correcta y adecuada de realizarse para evitar lesiones y molestias a mediano y largo plazos. La higiene postural es precisamente la rama que enseña cómo mantener una postura adecuada.

“La mayoría de personas que vienen a consulta por primera vez es por dolores provocados por mala postura”, cuenta la traumatóloga María Eugenia Barrios del Centro Médico FisioQuito. Este centro atiende entre 20 y 25 pacientes diarios con diferentes dolencias.

Algunas de ellas son causadas por posiciones inapropiadas que adquieren los pacientes y que pueden no estar relacionadas a patologías como escoliosis.

“El ser humano está biomecánicamente diseñado para estar en movimiento la mayor parte del día. Sin embargo, las tendencias actuales obligan a permanecer más tiempo en una misma posición”, explica Mauricio Mantilla, médico fisioterapista del Centro Integral de Rehabilitación Mansua, ubicado en el norte de Quito. Las lesiones más comunes por una mala postura se producen en los hombros, cuello, manos, muñecas y zona lumbar. Pero no es todo: pasar mucho tiempo sentado también puede afectar al estómago, hígado y riñones, dice el especialista.

Una buena educación postural ayuda a evitar estas lesiones y debe estar acompañada de un correcto espacio de trabajo y de pausas activas. Los especialistas recomiendan levantarse y realizar ejercicios de estiramiento cada hora para evitar molestias.

La fisioterapia ayuda a revertir, en algunos casos completamente, el problema y también funciona de forma preventiva. “Se hacen ejercicios para fortalecer la parte de la columna y evitar que se siga desviando”, apunta Barrios. Para ello, es importante un diagnóstico temprano, porque luego los problemas se agravan y pueden necesitar cirugías más complejas.

Los ejercicios están diseñados para fortalecer los músculos de la espalda y abdomen. Esto ayuda a que no se cargue demasiada presión en la zona lumbar. Además, se recomiendan ejercicios como la natación y el tenis, que ayudan a fortalecer la espalda y eliminar el estrés.

Los niños también presentan dolores y deformaciones posturales por el peso de sus mochilas escolares. En el Ecuador, el Ministerio de Educación regula el peso de los bolsos que cargan los estudiantes para evitar lesiones musculares y articulares. Así, un niño de cinco años no puede llevar un peso de más de 1,6 kilos en su mochila. Los menores de 10 años deben evitar llevar más de 3 kilos y los chicos de hasta 17 años deben cargar máximo 5,5 kilos. Para cumplir con la disposición, los especialistas recomiendan apoyarse en dispositivos tecnológicos como tabletas.

Las maletas escolares deben ser apropiadas para la edad de cada niño. Las correas del frente deben ajustarse a la altura del abdomen y la parte inferior de la mochila debe estar el mismo nivel de la curvatura lumbar. Algo más importante es que se debe llevar el peso en ambos hombros para no generar más presión sobre un lado.

Otra forma de cuidar la salud de la columna es al dormir. Se debe evitar el uso de demasiadas almohadas y se debe procurar que la columna esté recta, ya sea que se duerma boca arriba o de lado. También se puede colocar un cojín bajo las piernas.