Para equilibrar la energía en los niños no hay nada mejor que el masaje ayurveda, un masaje tradicional proveniente de la India. En este se emplean aceites esenciales siguiendo las pautas de la medicina ayurveda.

Según los especialistas, en sus orígenes este tipo de masaje tenía como objetivo el equilibrio de las energías que fluyen entre el cuerpo y la mente, comúnmente conocido como dosha.

María Fernanda Palacios, especialista en ayurveda explica que el contacto con la piel es la manera más íntima de mostrar y recibir afecto; el toque humano estimula el cuerpo de una manera positiva, contribuyendo a su desarrollo.

Palacios explica que en los niños este tipo de masajes estimula la liberación de la hormona del crecimiento, lo que ayuda a los pequeños a ganar peso. Así lo han comprobado especialistas del Centro Médico Infantil en Washington.

Además, los masajes son uno de los métodos más eficaces para aliviar el estrés y la ansiedad en todas las etapas de la vida y los niños no son la excepción.

En realidad, se ha podido constatar que reducen el nivel de las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Asimismo, estimulan la segregación de endorfinas que son las principales responsables de esa sensación de tranquilidad y relajación que se experimenta después de un masaje en general.

Al mismo tiempo, la terapia ayurveda se centra en encontrar el tipo de masaje perfecto dependiendo de las características de nuestra estructura corporal, como, por ejemplo, el tipo de piel, la sensibilidad.

Por lo general, el masaje ayurvédico debe personalizarse según las características de quien lo reciba para de esta manera alcanzar el máximo beneficio. En principio, hay que analizar varios aspectos relacionados con el tipo de piel, el metabolismo, el sueño o la digestión, entre otros.

Este análisis debe ser realizado por el terapeuta encargado de la sesión, mediante una corta conversación con quien vaya a recibirlo. Así, se puede descubrir qué doshas predominan en cada cuerpo o cuáles son necesarias equilibrar.

Actualmente existen tres tipos de doshas: vata, pitta y kapha, y dependiendo de a cuál se pertenezca, el terapeuta usará un tipo distinto de aceite, presión e intensidad.

En cuanto a los aceites sugeridos para conseguir estos propósitos destacan los de sésamo y ajonjolí. En realidad, son los más recomendados para relajar la mente y combatir los dolores musculares.

El beneficiario final del masaje será el sistema inmunológico, que tiene un papel muy importante en el organismo: afecta al estado de ánimo y de salud. De hecho, los problemas con el aparato digestivo son los principales culpables del debilitamiento del sistema inmunológico.

En los niños, los masajes ayurveda pueden también aumentar la flexibilidad, y los músculos se encontrarán mucho más relajados y revitalizados después de cada sesión. En las personas mayores puede llegar a mejorar la movilidad de las articulaciones.

De hecho, un estudio publicado en la revista Early Child Development and Care reveló que los niños en edad preescolar obtienen mejores puntuaciones en las pruebas de inteligencia después de una sesión de masajes de 15 minutos, que si pasan ese mismo tiempo leyendo un libro.

Esto se debe a que un masaje estimula ciertas áreas del cerebro y aumenta el nivel de alerta, lo cual hace que los niños puedan solucionar los problemas más rápido y cometan menos errores.