Masaje tailandés contra el estrés

Esta técnica se basa en activar puntos de presión y realizar estiramientos para alcanzar beneficios físicos y mentales.
El masaje tailandés aplica técnicas de descomprensión corporal. Foto: Pixabay

El masaje tailandés aplica técnicas de descomprensión corporal. Foto: Pixabay

2 de noviembre de 2021 11:15
Andrea Rodriguez

El masaje tradicional tailandés es relajante y descontracturante. Esta terapia utiliza estiramientos y presión para llevar a las personas tratadas al bienestar físico y mental.
Este masaje es originario del antiguo Reino de Siam, hoy Tailandia, país ubicado en el sudeste asiático. Carolina López dice que se acostumbró a recibirlo mientras vivía en Canadá, que cuenta con una importante comunidad thai. Asegura que tiene muchos beneficios para la salud.

El masaje tailandés logra para las personas muchos de los beneficios del yoga, al permitir que el cuerpo sea pasivo durante los estiramientos. Los deportistas también se benefician del masaje tailandés.

De hecho, este tipo de masaje oriental es cada vez más valorado e incorporado a muchas prácticas deportivas. Siempre será mejor la asistencia de un masajista profesional para evitar lesiones y completar los estiramientos que por sí sola una persona no puede lograr al intentar las maniobras características de esta técnica.

De manera similar al yoga, cuando la persona se mantiene en una pose, la sangre disminuye en la zona objetivo. Cuando el masajista libera la posición, la circulación fresca vuelve rápidamente a esa área, mejorando el movimiento de la sangre.

López dice que uno de los grandes secretos del masaje tailandés es la denominada ‘anatomía sutil’. Esta se basa en nueve líneas de energía -o líneas zen- y en 32 puntos de presión o marmas. No obstante, los textos clásicos hablan de una totalidad de 72 000 líneas energéticas que se dividen en dos: pranavaha (conductores de fuerza pránica o energía vital) y manovaha nadi (conductores de fuerza mental).

El masaje tailandés requiere posiciones específicas, pero el practicante debe entender que no solo es una rutina física, sino que esta se ata a prácticas espirituales como el gozo de dar, la compasión, la ecuanimidad, el sentirse útil, el conocimiento del equilibrio de los movimientos, entre otros.

Esto redundará, a su vez, en efectos físicos como desarrollar la fuerza de las articulaciones, flexibilidad y el descubrimiento de zonas corporales débiles. En el masaje tailandés son también importantes el autocontrol y el autoestudio, el dominio de la respiración y la concentración.

Existen contraindicaciones para esta práctica, como problemas cardíacos, enfermedades cutáneas, uso de prótesis, embarazo por las posiciones y, a cierta edad, osteoporosis

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