¿Qué es la medicina biorreguladora y cuáles son sus beneficios?

Dosis de vitaminas, analgésicos de origen natural y probióticos son algunas opciones para el tratamiento de varias enfermedades
La medicina biorreguladora puede ayudar a tratar varias patologías. Foto: Cortesía Kirei Center

La medicina biorreguladora puede ayudar a tratar varias patologías. Foto: Cortesía Kirei Center

23 de septiembre de 2019 19:31
Gabriela Castellanos

La medicina biorreguladora se diferencia de la medicina convencional en la aproximación que tiene con los pacientes. Así, esta rama integra los diferentes síntomas que puede presentar una persona y analiza cuáles pueden ser las causas. En lugar de tratar cada malestar, se encarga de darle al organismo un estímulo para que funcione adecuadamente.

Liliana Pardo Garnica, médica colombiana de la Universidad del Rosario y especialista en terapias alternativas y farmacología vegetal, es considerada una de las eminencias en la medicina biorreguladora (MB) en América Latina. Trabaja en Bogotá, pero la semana pasada visitó el país para atender pacientes en el Kirei Center.

“El cuerpo funciona como redes. Hay una red endócrina, una red osteomuscular, una red inflamatoria. Hay sitios en los que estas redes se conectan y pueden aparecer muchas patologías. En la MB se ve al paciente como un todo”, aclara la especialista. Un ejemplo de ello es el tratamiento para la migraña.

Cuando tres pacientes distintos llegan a consulta con este intenso dolor de cabeza, muchas veces se les receta a los tres el mismo tipo de tratamiento: analgésicos para reducir el dolor. Sin embargo, el enfoque de la medicina biorreguladora busca la causa detrás de este problema. Así, encuentra por ejemplo que el malestar puede surgir en los días previos a la menstruación, por estrés o por el consumo de ciertos productos. Entonces, el tratamiento es distinto en cada paciente.

Este tipo de medicina puede utilizarse para casi cualquier patología o dolencia que presente una persona. “Lo que hacemos es darle un estímulo al cuerpo para que funcione como lo hacía cuando estaba sano”, dice Pardo. Estos estímulos pueden ser dosis de vitaminas, medicamentos de origen natural, probióticos y otros.

Después de años de vivir con dolor, María Gloria Ponce, de 48 años, finalmente encontró un tratamiento que le ayuda a disminuir los dolores casi incapacitantes de su fibromialgia. Llegó a consulta con dolores crónicos muy fuertes.

En su tratamiento recibe megadosis de vitamina C cada semana; cada seis semanas se aplica también dosis de vitamina B, toma comprimidos para manejar el dolor y probióticos para ayudar en su digestión. “La diferencia fue muy grande, desde el primer día. Tengo mi protocolo de mantenimiento y entiendo que mi sistema nervioso central se estimula y eso también hace que mis músculos se irriguen y la inflamación disminuya”, explica.

En su caso, la medicina biorreguladora es la única que utiliza para tratar su problema crónico. “La medicina convencional me genera muchos efectos secundarios así que decidí buscar algo más natural”, agrega.

La doctora Pardo aclara que la medicina biorreguladora no es excluyente de la medicina convencional. “Hay pacientes que se pueden tratar únicamente con MB, otros únicamente con medicina tradicional y otros en los que se pueden complementar. Esto ayuda, ya sea a disminuir la dosis de los fármacos, a fortalecer el sistema inmunológico o a hacer más eficiente el tratamiento”, indica.

En los pacientes con cáncer, por ejemplo, asegura que es necesario entender que la MB no ofrece una cura. Pero el tratamiento puede complementar la quimioterapia o la radioterapia para evitar que los pacientes tengan infecciones o inflamaciones.

Otro ejemplo es la menopausia. Esta etapa compleja en la vida de una mujer suele tratarse con terapia de suplencia hormonal. “Es el mejor tratamiento”, dice Pardo. Pero hay pacientes con ciertas contraindicaciones médicas que no pueden recibir esta terapia”, indica la especialista. En mujeres con antecedente de cáncer de seno, ya sea propio o en familiares, no se recomienda este protocolo.

“No podemos dejarlas que estén con calores, irritabilidad, dolor y molestias. Ahí la MB se convierte en una opción para tratar los síntomas difíciles”, dice Pardo. Lo mismo ocurre en las pacientes con ovario poliquístico. En las niñas y adolescentes se suele tratar con hormonas. Pero con el enfoque natural, se da un estímulo al cuerpo para que regule su funcionamiento sin recurrir a píldoras desde temprana edad. Los tratamientos, asegura la doctora, varían según el diagnóstico de cada paciente.

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