Novena de Navidad

Un momento de paz, amor y perdón para compartir con sus seres queridos
Pesebre. Foto: Pixabay

Pesebre. Foto: Pixabay

10 de diciembre de 2018 14:41
Gabriela Castellanos

DÍA PRIMERO
Isaías dijo: “Escucha, heredero de David, ¿les parece poco cansar a los hombres, que quieren también cansar a mi Dios? Pues el Señor mismo les dará una señal: ¡Miren!; la joven está encinta y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.

Compromiso: pensemos en alguna persona a la cual debamos darle la oportunidad de reconciliarnos con ella. Oremos en silencio por esta intención y, si es posible, procuremos acercarnos a ella.


Día SEGUNDO
Entonces, el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas. El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora. En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país.

Compromiso: organicemos un momento de integración con todos los vecinos: una piñata, compartir buñuelos, rezar juntos, etc…


DÍA TERCERO
Está escrito en el libro del profeta Isaías: “Envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino”. Y así, se presentó Juan el Bautista en el desierto; decía a todos que debían volver a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdone sus pecados. Todos los de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oírlo. Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Compromiso: alrededor del pesebre, mientras nos esforzamos para que un pan alcance para todos, compartamos cómo nos sentimos realizando el compromiso del día anterior.


DÍA CUARTO
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María. Ella era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: ¡Salve, llena de Gracia!
El Señor está contigo. María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús.

Compromiso: Jesús nos pide amor, ofrece un gesto de afecto o de ayuda a aquel miembro de tu familia que más lo necesite. Escribe su nombre en un papelito y colócalo en el pesebre.


DÍA QUINTO
San José es el testigo fiel del amor de Dios.
José, el esposo de María, que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió separarse de ella en secreto. Después de tomar esta decisión, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas aceptar a María como tu esposa, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado: recibió a su esposa y, sin tener relaciones conyugales, ella dio a luz un hijo, al que José le puso por nombre Jesús.

Compromiso: oremos por alguna persona que esté pasando por un momento de tristeza o dificultad y acompañémosle.


SEXTO
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se estremeció en su vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú, por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!

Compromiso: encendamos una vela junto al pesebre y durante un momento oremos por las personas de las que recibimos ayuda. Al terminar apaguemos la vela.


SÉPTIMO
Cuando se cumplió el tiempo, Isabel dio a luz a un hijo. Sus vecinos y parientes oyeron que el Señor le había mostrado su gran misericordia y se alegraron de ella. Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían llamarlo Zacarías, como su padre. Pero su madre dijo: “No, se llamará Juan”.

Compromiso: embellezcamos nuestra casa o la cuadra o el edificio donde vivimos. Invitemos a amigos o vecinos a participar del día de mañana.


DÍA OCTAVO
Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.

Compromiso: antes de finalizar el año tengamos un gesto de solidaridad con los más necesitados.


Día NOVENO
Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. Fueron de prisa y encontraron a María, a José y al Niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del Niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores.

Compromiso: propongámonos cada uno ejecutar desde hoy mismo una tarea que nos permita crecer juntos. Como los pastores, corramos al encuentro de Jesús.


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