Con las manos en la pasta

María José Romo creó Il Pastaio. para difundir la cultura gastronómica italiana. Enseña a hacer pastas artesanales desde cero. con un toque creativo.
Taller de pasta artesanal en Cumbayá.

Taller de pasta artesanal en Cumbayá.

13 de junio de 2022 16:50
Gabriela Balarezo

“En sus puestos van a encontrar todo lo que necesitan”, dice María José Romo a los asistentes al taller. Están sentados en un semicírculo y muy atentos.


Coloca la sémola en el tazón frente a ella y les explica a los aprendices que esto es lo más tradicional en Italia para hacer la pasta. Añade un huevo y empieza a mezclar con un tenedor.

A la mezcla que se obtiene de la harina y el huevo se le conoce como pasta, de ahí el nombre de este versátil plato. María José, ingeniera en Administración Hotelera, deja el tenedor de lado y amasa a mano la mezcla.

Como la primera vez, cuando tenía 4 o 5 años y preparaban en familia las recetas tradicionales de sus abuelos maternos italianos.

De esa tradición nació Il Pastaio, un emprendimiento de pasta artesanal creativa. Una idea que surgió también en tiempos de pandemia, “cuando todos estábamos cocinando mucho en casa”. En esta época, María José se puso a probar las recetas familiares, pero dándoles un giro. Incorporaba superalimentos, pigmentos naturales, hierbas y vegetales para darles color a sus creaciones culinarias.

Así dio forma a un catálogo de ocho tipos de pastas rellenas, que vende a domicilio. A la par empezó a ofrecer cursos en línea para preparar ñoquis. “Quería difundir la cultura gastronómica italiana y la pasta artesanal hecha a mano, que es muy tradicional en Italia y que acá casi no se ve”, asegura la emprendedora. Por eso, cuando tuvo oportunidad organizó talleres presenciales.

Amasar, aplanar, laminar y cortar
Un sábado de inicios de mayo, ocho personas asisten al taller que ofrece en una tienda especializada en alimentos gourmet, ubicada en Cumbayá. Entre ellos hay un niño y dos niñas que siguen con atención las instrucciones de la ‘maestra’.

Ella les enseña, cómo aprendió de su abuelo, a amasar, a aplanar con el rodillo, a pasar la pasta por la máquina laminadora y a cortarla.

Taller de pasta artesanal.

Taller de pasta artesanal.


El plato que elaborarán es un ravioli blanco y negro (un toque de carbón activado le da el color) relleno de queso y tomates rostizados.

Carmen Torres, de 47 años, pone el relleno con una manga pastelera, coloca otra lámina de pasta encima, aplasta los bordes y después forma pequeños cuadrados con un cortador. Le gusta muchísimo cocinar y no es la primera vez que hace pasta desde cero. Añade que es una experiencia que vale la pena tener.


Al final de la clase, los aprendices pueden llevarse sus pastas recién hechas a casa, junto con un recetario. El taller, que dura casi tres horas, termina con una degustación de raviolis bicolores que María José ha preparado previamente.

“La pasta fresca es increíble. Potencia el sabor de las salsas más que las otras”, asegura Carmen. 

Un taller para toda la familia
Los raviolis son quizás los más conocidos, para el público general, entre las variedades que esta amante de la cocina elabora. En su repertorio gastronómico hay raviolones o rosellines amarillos y azules.

Tinturados con cúrcuma y espirulina azul, y rellenos de queso azul. También hay láminas para hacer lasañas multicolores y triangolis con rayados con rojo.

La creatividad es un ingrediente extra que María José ha sumado a los platos tradicionales de sus abuelos. La familia de su abuelo materno es de Pavia, al norte de Italia. En los talleres que ofrece, si bien hay unas instrucciones a seguir, se puede improvisar.

Javier Ignacio Falconí, de 10 años, asiste al curso junto a su mamá, Lorena Carrillo. Al niño le encanta el mundo de la gastronomía y disfruta de cocinar junto a su madre.

Mientras María José les indica a los aprendices que deben colocar unas tiras de pasta negra de forma horizontal sobre las láminas sin colorear, el pequeño le pregunta a la instructora si en lugar de líneas puede hacer espirales. “Claro, prueba”, le responde ella.

Dice la creadora de Il Pastaio que quiere seguir impartiendo este tipo de cursos. Hay mucho que compartir de esta cultura gastronómica. En total, existen 300 tipos de pasta, ella sabe hacer 20 y enseña cerca de 10 en sus talleres.

Hacer pasta artesanal ha sido una constante en su vida. Desde que aprendió a hacerla muy pequeña. Es sinónimo de familia.

La emprendedora cuenta que en Año Nuevo se reúne toda su familia materna (unas 50 personas) para hacer pasta artesanal durante tres días. Unos se encargan del relleno, otros de la masa, otros de laminar...

María José explica, asimismo, que su próximo proyecto, que es aún un borrador, es elaborar un recetario con todo el legado gastronómico que les ha transmitido su abuelo.

Te puede interesar