¿Cinco minutos más? Retrasar la alarma no te dará más descanso

Un estudio reveló los problemas de presionar el botón de 'silenciar' el despertador para la salud
Según el estudio, al silenciar la alarma se da la indicación al cerebro que es momento de dormir de nuevo, pero el nuevo ciclo de sueño se interrumpe abruptamente a los cinco o siete minutos. Foto: Pexels

Según el estudio, al silenciar la alarma se da la indicación al cerebro que es momento de dormir de nuevo, pero el nuevo ciclo de sueño se interrumpe abruptamente a los cinco o siete minutos. Foto: Pexels

4 de julio de 2019 17:17
Gabriela Castellanos

Es un hábito común al levantarse. Las cobijas se pegan y los ojos se resisten a abrirse. Suena la alarma e instintivamente presionamos el botón de 'aplazar'. Esperamos que en cinco minutos nuestro cuerpo y nuestra mente estén listos para iniciar el día pero esto no ocurre. Siempre hacen falta cinco minutos más. 

Esta costumbre probablemente inició en el colegio, o en la universidad. Es una acción que puede pasar por inofensiva y que poco a poco se volvió un hábito. En la adolescencia los ritmos circadianos se alteran, explica un estudio de Sleep Clinic Services del Australia.  "En esta etapa tenemos ganas de trasnocharnos y levantarnos más tarde", dice la investigación

Presionar el botón de 'aplazar' la alarma puede afectar las actividades del día, llegar tarde al trabajo o al colegio y también tiene un impacto en el cerebro y en el cuerpo. "Al silenciar la alarma y volver a dormir iniciamos nuevamente el ciclo de sueño. El cuerpo comienza a liberar las hormonas que ayudan a alcanzar el sueño profundo", señala el estudio. 

Pero el cuerpo no logra alcanzar este estado en cinco o siete minutos. La alarma vuelve a sonar y nos despertamos abruptamente. Entonces terminamos más cansados, a pesar de haber tenido una buena noche

Es recomendable colocar el despertador al otro lado de la habitación para evitar el hábito de 'silenciarlo'. Foto: Pexels

Es recomendable colocar el despertador al otro lado de la habitación para evitar el hábito de 'silenciarlo'. Foto: Pexels

Además el cuerpo se confunde. Después de despertar la primera vez, le decimos al cerebro que es hora de dormir nuevamente. Esto se repite por dos o tres veces. Cuando esto ocurre la persona puede llegar a un estado de inercia del sueño. Este es un estado en el que la persona se siente cansada, confundida y aparece usualmente cuando el individuo despierta. Dura entre 15 y 30 minutos y es parte del proceso que realiza el cerebro para iniciar sus actividades. Cuando las personas aplazan la alarma constantemente extienden este estado por hasta cuatro horas.

Por otro lado, cuando los períodos de sueño se extienden por más de nueve horas, hay consecuencias para la salud. De hecho la ciencia ha demostrado que son las mismas que provocan la falta de sueño. "Puede aumentar el riesgo de demencia, problemas de memoria y aumento de peso", dice la investigación. 

Pero, ¿cómo dejar este hábito? "Lo único que tenemos que hacer es levantarnos cuando suena el despertador la primera vez. Por supuesto que es más sencillo decirlo que hacerlo", apunta Sleep Clinic Services. 

El centro recomienda colocar el despertador o el teléfono al otro lado de la habitación para evitar caer en la tentación de aplastar el botón de 'snooze'.  También se sugiere tener horarios regulares y rutinas de sueño que se mantengan cada noche. Otra opción es mantener los aparatos electrónicos apagados y fuera del dormitorio pues se ha comprobado que afectan la calidad del sueño. 

La comida también tiene un impacto en el descanso. Se deben evitar alimentos muy pesados muy cerca de la hora de dormir. Asimismo se recomienda dejar las bebidas como el café y los refrescos en la noche. Lo mejor es tomar agua

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