El encierro obligatorio para evitar la propagación de la covid-19 ha alejado a muchas personas de los exteriores. Sin embargo, el cuerpo necesita recibir unos 15 minutos de sol al día, ya sea a través de una ventana o en un patio, terraza o balcón, para mantener funciones necesarias para la salud del cuerpo y de la mente.

Paola Guevara, coordinadora del servicio de dermatología del Hospital Pablo Arturo Suárez, dice que es importante darse un baño de sol, es decir, que alguna parte del cuerpo este expuesta. Puede ser la espalda, los brazos o las piernas. 15 minutos antes de exponerse, hay que aplicarse protector solar en el rostro, ya que la radiación en Ecuador es muy alta. Asimismo, se recomienda hacerlo antes de las 10:00, pues a partir de esa hora los niveles de radiación empiezan a subir.

Salud física

Uno de los beneficios más conocidos de tomar sol es la reposición de las reservas de vitamina D. "Generalmente hay una carencia", dice Guevara. "Cuando nos exponemos al sol, en la piel se produce la Vitamina D en la misma forma en la que se presenta en los alimentos. En el hígado se transforma en calcidiol, la forma circulante inactiva de la Vitamina D. Cuando el cuerpo lo necesita, el riñón convierte el calcidiol a su forma activa, que es la que actúa en los tejidos", explica la médica.

La Vitamina D ayuda a absorber el calcio. Esto evita que se produzcan enfermedades como la osteoporosis, en los mayores, y el raquitismo, en los niños. Además, juega un rol importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario.

La alimentación balanceada ayuda a complementar los requerimientos diarios de Vitamina D. Productos como el salmón, el atún, los lácteos, los huevos, el hígado de res y los cereales tienen este nutriente. En general no se recomienda consumir suplementos de Vitamina D, pues su obtención es muy sencilla. Además, el exceso de esta vitamina puede causar toxicidad, por eso es importante consultar siempre con un médico antes de tomar decisiones sobre la salud.

Algunas personas que pueden necesitar suplementos de Vitamina D son los adultos mayores, obesas y personas de piel oscura. Quienes padecen las siguientes enfermedades también pueden requerir suplementos: celiaquía, enfermedad de Crohn, osteoporosis, enfermedades renales, enfermedades hepáticas, hiperparatiroidismo, tuberculosis, linfomas, sida y cáncer.

Salud mental

Otro efecto positivo de tomar sol en moderación es una mejor salud mental, pues impacta en el ritmo circadiano o reloj biológico y en los niveles de estrés mental.

Por un lado, cuando las células en la retina captan la luz del sol, se envía mensajes al cerebro para segregar serotonina y cortisol. La primera es una hormona asociada con el buen ánimo y que ayuda a sentirse calmado y enfocado. El cortisol ayuda a ponerse en estado de alerta. A medida que oscurece, la hormona melatonina empieza a ser segregada y la temperatura del cuerpo baja, ayudando a conciliar el sueño, de acuerdo con SleepFoundation.org.

Por otro lado, los meses de invierno están enlazados con estrés emocional, mientras que en el verano se ve una mejoría del bienestar mental. Un estudio publicado por la Universidad de Brigham Young, Estados Unidos, analizó los enlaces entre la salud mental y el clima. Si bien se analizaron otros factores ambientales como la contaminación y la lluvia, el único que está asociado a la salud de la mente es el tiempo de luz que hay entre el amanecer y el anochecer.

Esto puede deberse a que la Vitamina D podría influir en la salud mental. Científicos de la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahan, Irán, descubrieron que las personas con deficiencia de Vitamina D eran más propensas a sufrir enfermedades mentales.