El yoga es una disciplina milenaria que se originó en la India hace más de 4000 años. Sin embargo, pese a su antigüedad, es una de las prácticas más vigentes no solo en el mundo oriental sino también en el occidental.

Varias investigaciones han mostrado que practicar yoga no solo ayuda a las personas a alcanzar un estado de paz mental y bienestar físico, sino que también les ayuda a sentirse mejor con respecto a su cuerpo. Ahora, un nuevo estudio publicado en Science Direct profundiza más sobre cómo esta actividad mejora la percepción de la imagen corporal.

En la investigación participaron 114 mujeres en los Países Bajos. Ellas fueron parte de un programa de Hatha Yoga de 10 semanas liderado por un instructor con 10 años de experiencia. Durante las clases se siguieron los principios básicos del Hatha Yoga, pero el profesor evitó generar comentarios con respecto a cómo sentirse mejor con la imagen corporal.

Para medir los cambios, todos los participantes completaron cuestionarios antes del inicio del estudio, a medio camino, al final del programa y un mes después de su finalización. Jessica Alleva, profesora de psicología de la Universidad de Maastricht contó los resultados de su estudio. Uno de los hallazgos fue que las mujeres experimentaron una percepción de imagen corporal más positiva con el paso del tiempo. Apreciaban más a sus cuerpos y se sentían más satisfechas con su apariencia.

Las razones también fueron explicadas. Una de ellas es que las mujeres que practicaron yoga disminuyeron la percepción de su cuerpo únicamente en base a su apariencia y se enfocaron más en lo que puede hacer. La segunda es que las mujeres del estudio pudieron conectarse de forma positiva con su cuerpo en lugar de verlo como algo contra lo que se debe luchar.

El estudio concluyó que el yoga puede ayudar a las personas a percibir su cuerpo en función de lo que puede lograr y no en función de cómo se ve y, por tanto, se preocuparon menos por su apariencia y se sintieron más conectadas con su cuerpo al identificarlo como su ‘hogar’.