miércoles 13 de marzo 2019

No puedo guardar más silencio

Edna Iturralde

Defiendo la libertad de expresión, mas no la grosería. Defiendo la libertad en toda su grandiosidad, mas no al libertinaje. Soy católica, respeto a las otras religiones y a quienes son agnósticos o ateos. Pero exijo el mismo respeto. Amo a Dios y a mi madre celestial la Virgen Santísima. Entonces, ¿cómo podría callar ante palabras y expresiones soeces e insultantes, que atacan a lo que yo amo? Después de aludir a una vulgar canción acerca de pájaros, Aura Lucía Mera dice en su artículo del 23 de febrero de El Comercio: “A María, el pájaro fue una paloma que aleteó, iluminó el recinto, cumplió su deber y salió volando”. Después llama a María Magdalena una prostituta (utilizando la palabra vulgar, por supuesto) “….la iban a lapidar y la salvó la campana y un costoso ungüento en frasco de alabastro”. Desgraciadamente está de moda atacar a la iglesia cristiana en general, y a la católica en especial. Si Mera desea explicar, en su opinión, cómo en el catolicismo la mujer ha sido segregada, debe decirlo con respeto. Pero lo dice feo, con inquina, y hasta en medio de una confusión histórica religiosa.