lunes 14 de diciembre 2020

De San Francisco y su idea

Edna Iturralde

Aquella mañana fría, Francisco subió al monte Lacerone. Desde allí se veía el paisaje invernal, y esto le recordó el frío que habrían pasado la Virgen y san José. Siguió caminando y encontró una cueva bastante espaciosa. “¿Sería así el lugar donde nuestro Salvador nació?”, pensó. Y en ese momento tuvo la más maravillosa inspiración: ¡representar el nacimiento! ¡Con un pesebre y una vaquita y un burrito! ¡La emoción que sintió fue tanta que bajó corriendo, como si tuviera alas en los pies, hacia la casa donde estaban los otros hermanos! Cuando llegó donde estaban reunidos, les dijo que les tendría una sorpresa para esa Nochebuena. No dijo nada más; sin embargo, creó una gran expectativa. Todos pensaron que tendría que ver con música de coros en la iglesia, porque en aquella época no se hacía el pesebre para celebrar el nacimiento de Jesús. Como a nadie se le había ocurrido, no podían imaginárselo y la sorpresa sería total. Pero sospecharon que no se trataría de algo dentro de la iglesia cuando Francesco pidió prestado a un campesino su vaca y su borriquito. Continuará...