Tarde o temprano todos seremos requeridos para ayudar a nuestros familiares,ya sea por enfermedad, discapacidad o por dificultades financieras.

Si bien, hasta cierto punto, ‘tenemos’ que responder a ese llamado, no deberíamos descuidar nuestra vida de pareja. Muchas personas no se dan cuenta de esto hasta que sus relaciones están en verdadero riesgo de desaparecer.

Si, por ejemplo, tenemos a un padre o madre que están enfermos, nuestra reacción inmediata será dejarlo todo hasta que se mejoren. Y eso es lo adecuado, pero no puede ser eterno. Recuerde que si ha formado una familia, también debe cuidar de su bienestar, por lo que su ausencia luego traerá consecuencias.

Debido a la carga física y emocional de quienes sacrifican su vida personal por ayudar a su familia extendida, muchos desarrollan cuadros depresivos. Otras personas pueden tener el síndrome del quemado o ‘burn-out’, que es un tipo de estrés que se origina cuando una persona se entrega demasiado a su tarea y se olvida de símisma.

El terapeuta Marcelo Tapia Roditti explica que puede haber dos escenarios. El primero es cuando no hay una necesidad real de ayudar a los padres y el otro, cuando sí existe una situación que requiere de la presencia de uno de losmiembros de la pareja.

En las dos posibilidades, la comunicación debe ser lo que sostenga a lapareja.Si uno nota que la relaciónestá siendo descuidada, debe hacérselo saber, pero de una manera empática, sabiendo que él o ella pueden pasar por lo mismo en el futuro.

Cuando hay una situación de dependencia, según el terapeuta, se debe trabajar en pareja para cortar definitivamente esos lazos paternos o maternos. Pero hay que ser  conscientes que eso no se logra de la noche a la mañana.

Ayudar a los otros es válido, pero hay que entender que todo tiene límites y no puede ser una forma de vida cuidar a los demás mientras descuidamos nuestra vida privada.

La vida en pareja requiere de trabajo continuo para satisfacer las necesidades de los dos.Hay épocas en que unodebe entender y apoyar al otro, pero nunca se debe descuidar el amor y la convivencia entre los dos.

Algunos consejos prácticos

No ganaremos mucho si por el bienestar de los demás descuidamos
el de nuestra familia o pareja. Se debe buscar un equilibrio con la vida privada.

Al aceptar nuestras limitaciones, permitimos que nuestra pareja nos ayude a llevar la carga de las responsabilidades.

Tenga en cuenta que toda situación es transitoria. Una enfermedad trágica pasará, pero la vida en pareja continúa, por lo que se la debe cuidar.

La empatía es fundamental para que la pareja se sienta acompañada y comprendida en procesos de dolor.