El amor y el deseo no siempre coexisten, pero ambos son fundamentales para construir una relación amorosa satisfactoria y a largo plazo. Aunque la atracción sexual y el apego emocional son procesos independientes, el cerebro responde de manera muy similar en esas dos sensaciones.

Varios estudios científicos demostraron cómo las mismas zonas del cerebro se activan cuando alguien ve a la persona que ama y a quien ve atractiva físicamente.
Así, por ejemplo, en el cerebro se pueden confundir el deseo y el amor durante una relación sexual. Esto hace que muchas veces el sexo se entienda como la puerta para iniciar una relación amorosa, lo que no siempre sucede.

La atracción es vital para iniciar una relación. Enamorarse toma un quinto de segundo, el amor activa 12 áreas del cerebro para liberar químicos que producen una euforia similar a la que causa el consumo de cocaína, son: dopamina, oxitocina y adrenalina, entre otros. Pero construir el amor real toma tiempo, comprensión, unión, cercanía y construir metas a futuro juntos.

No obstante, cuando una pareja comienza a acercarse y no existe sexo de por medio, el gusto por el otro servirá de motivación para sentar las bases del amor.
Según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Toronto, la frecuencia de las relaciones sexuales y la satisfacción que estas producen, contribuyen eficazmente a la calidad y duración de una relación romántica y al bienestar general de ambos.

Para llegar a esta conclusión, 366 parejas fueron evaluadas sobre qué tan satisfechas estaban con su pareja en el sexo; se demostró que no solo importaba qué tan a gusto se sentían sexualmente con el otro; sino qué tanto deseo sentían por su compañero. “La calidad de la relación romántica es un gran predicador de su salud y la felicidad, pero las relaciones exitosas requieren compañeros que coordinen sus necesidades e intereses, entre ellas el placer físico”, señaló el estudio realizado por James Kim, Amy Muise y Max Barranti, de la Universidad de Toronto.

Aunque esto suene idílico, el problema es que cuando una relación amorosa empieza, el amor se convierte en el motor de esa pareja, y se dejan de lado las necesidades sexuales mutuas. Es allí cuando empiezan los problemas o incluso las relaciones extramatrimoniales.

“La falta de satisfacción sexual es uno de los tres principales causantes de problemas en las relaciones. Cuando ambos tienen gustos similares, existe una mayor satisfacción en general en la pareja”, explicaron los investigadores