Aunque se dice que la atracción entra por los ojos, en realidad el amor en las parejas nace en función de la compatibilidad entre los pares. En cuestión de gustos, es común ver a parejas en las que los hombres son mayores que las mujeres y algo menos agraciados físicamente. Aunque se cree que esto pasa en su mayoría cuando el hombre es exitoso, no es eso lo que realmente atrae a las mujeres.

Al principio, una relación puede iniciar por la atracción mutua, por lo guapo que resulta el otro o porque nos despierta sensaciones placenteras su compañía. Pero conforme pasa el tiempo, ese gusto puede desaparecer si no existe algo más que edifique la pareja. Psicólogos de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos) realizaron una investigación para determinar cómo funciona el cerebro cuando se trata de elegir pareja. Los científicos pidieron a los estudiantes calificar a sus compañeros del sexo opuesto en función de su atractivo romántico.

Al inicio del semestre, la mayoría de los chicos acordaron sobre quienes eran las chicas más deseadas en la clase. Pero tres meses después se les preguntó nuevamente sobre sus gustos y encontraron variaciones.

“Las percepciones sobre los compañeros cambiaron conforme más tiempo pasaron juntos”, dijo Lucy Hunt, parte del equipo de investigadores. Así, los más lindos no necesariamente serán los que consigan más parejas, pues la atracción física pasa a segundo plano en función de la compatibilidad que existe entre las personas.

Según Paul Eastwick, coautor del estudio, estos cambios de actitud significarían que hay pocos perdedores en el juego del amor, porque no todos buscan al mismo Señor o Señora correcta. “Como el consenso acerca de quién es atractivo declina, la competencia también lo hace, porque la persona que yo pienso que es deseable no necesariamente resultará igual para ti”, señaló el investigador.

Para comprobar estas conclusiones, los científicos se unieron a Eli Finkel, un profesor de psicología de la Universidad de Northwestern, para realizar un nuevo estudio sobre las relaciones amorosas. Allí se analizó a parejas que tenían muchos años juntos y a otras que recién habían empezado a salir.

Aquellos que tenían poco tiempo juntos eran igual de atractivos y se consideraban igual de guapos, en cambio, cuando la relación era larga o cuando habían sido primero amigos antes de unirse sentimentalmente, había más probabilidades de que una persona guapa termine con una no tanto.

Este cambio de sentimientos ocurre a menudo, según Helen Fisher del Instituto Kinsey y quien trabaja con el sitio on line que se encarga de buscar parejas Match.com en su investigación anual sobre los solteros en EE.UU.

En uno de estos estudios de Match.com, se encontró que un 33% de los hombres y un 43% de las mujeres se habían enamorado de quien inicialmente no encontraron atractivo. Esto es lo que se conoce como el proceso de “amor lento” y muchas personas terminan casados.

Como razones por las cuales se dieron estos resultados, están “las grandes conversaciones”, los “intereses comunes” y el “sentido del humor”.

Otro estudio, publicado en la revista Gender Issues, demuestra que las decisiones de las mujeres a la hora de elegir a su pareja están influenciadas por su personalidad y no por el físico. No obstante, aunque ellas no dan tanta importancia la apariencia a la hora de escoger pareja, castigan más las flaquezas que puedan tener los varones menos agraciados que uno más atractivo.

“Las mujeres van a tolerar que un hombre sea poco atractivo hasta cierto punto, pero no tendrán ningún problema en salir de esa relación si él tiene un mal comportamiento”.