El diagnóstico tardío de TDAH es un problema frecuente

El déficit de atención en la adolescencia suele tener menos síntomas de hiperactividad, pero resulta complicado por los cambios que hay en esta etapa.
Los efectos del TDAH en los jóvenes se manifiestan a nivel cognitivo, motriz y, sobre todo, emocional. Les suele costar relacionarse con sus pares. Foto: Freepik

os efectos del TDAH en los jóvenes se manifiestan a nivel cognitivo, motriz y, sobre todo, emocional. Les suele costar relacionarse con sus pares.

10 de abril de 2023 13:53
Gabriela Balarezo

Aunque es común que se identifique durante la infancia, el diagnóstico de TDAH (trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad) puede llegar de forma tardía durante la pubertad o la adolescencia. Este es un escenario más frecuente de lo que se piensa, asegura la doctora especializada en neuropsicología infantil Daniela Barzallo.

La tardanza en el diagnóstico puede ser porque nunca le hicieron una evaluación cuando era pequeño o porque la condición se mantuvo latente, sin desarrollar, y se dispara en la adolescencia.

Según Barzallo, este trastorno del neurodesarrollo afecta sobre todo a tres áreas: el comportamiento, la atención y las relaciones que entablan con los otros y con el entorno. Los chicos y chicas que lo padecen tienen problemas para concentrarse, prestar atención, seguir indicaciones, sentarse tranquilos o controlar sus comportamientos impulsivos.

La manifestación de esta condición en la adolescencia, con o sin diagnóstico previo, sí tiene alguna diferencia de lo que ocurre en la infancia. En esta etapa, los síntomas de hiperactividad asociados con el TDAH en los niños son menores, especifica la especialista. Los problemas, entonces, son en su mayoría de atención y de concentración.

Las etiquetas afectan 

Por la ausencia de un diagnóstico, se tiende a etiquetar a los jóvenes como “malos estudiantes” o -explica la neuropsicóloga- los padres se alarman porque se portan mal en el colegio y no entienden lo que pasa. Asimismo, según información de la Fundación Adana, que brinda apoyo a personas que padecen TDAH, TEA y otros trastornos del neurodesarrollo, reciben reproches constantes, lo que se traduce en un malestar por no poder hacer las cosas como sus pares y causar disgustos a su familia.

Esta condición, de acuerdo con lo que exponen desde la Fundación Adana, implica para los adolescentes “una mayor dificultad que en otras personas para alcanzar ciertos objetivos”. Por esta razón, es importante que los padres estén atentos a los síntomas típicos del trastorno.

Existen varios factores y la afectación varía en cada persona, pero Barzallo explica que la presencia de ciertas señales puede dar pistas a los padres de que sucede algo más que los cambios habituales de la adolescencia que, de por sí, ya es una etapa complicada.

La neuropsicóloga cuenta que los chicos con TDAH tienen una baja velocidad de procesamiento. “Se demoran más en hacer las cosas, tienen una dificultad bastante alta para organizarse, para resolver problemas o para memorizar ciertas cosas. Son chicos que siempre se olvidan o pierden cosas, eso es algo muy característico”.

Si los papás sospechan, deben acudir a un especialista que pueda hacer las evaluaciones necesarias para confirmar el diagnóstico. Estos exámenes ayudan a ver qué sucede exactamente con cada paciente (el grado de afectación y cómo se está manifestando el déficit de atención). Además, recuerda Barzallo, suele ser un trastorno con comorbilidades; es decir, que al TDAH se le suman otras condiciones, como TEA, ansiedad, entre otros. 

¿Cómo acompañar?

Terapia. Barzallo recuerda que el TDAH es un trastorno que necesita tratamiento guiado por un especialista. En ciertos casos, algunos chicos requieren medicación.

Implicados. La neuropsicóloga menciona que para acompañar a los chicos se necesita la intervención del especialista, de los padres y también del colegio y de sus docentes.

Cuidado. La psicóloga infantil y juvenil Katia Aranzábal advierte que los progenitores deben evitar los sermones, los interrogatorios así como sobreproteger a sus hijos.

Guía. 
El papel de los papás es de guiar a los chicos. Aranzábal sugiere dialogar mucho con ellos, hacerles sentir que son importantes y reforzarles de manera positiva.

Más noticias en: https://www.elcomercio.com/ultima-hora/

Te puede interesar