Durante una hora, Ana Muñoz, se dedica a grabar en video —y usando solo susurros— una secuencia de acciones prácticamente insignificantes. En un momento golpea repetidamente con cada uno de sus dedos la tapa de un libro y al otro frota con una brocha de cerdas multicolor el micrófono y la lente de la cámara que le graba.

Estos actos, que podrían considerarse insignificantes, suelen tener un efecto muy satisfactorio en las personas que los presencian al otro lado de la pantalla. Muñoz es la máxima representante en España del ASRM (las siglas de Autonomous Sensory Meridian Response o Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma). Sus videos se enfocan, sobre todo, en ayudar a las personas a relajarse y dormir mejor.

Los videos ASMR, que suelen definirse en pocas palabras como videos de gente susurrando, “llevan muchos años en las plataformas y siguen situándose entre los formatos más vistos en esta categoría”, según un artículo de ‘Insights’ de Google. Son contenidos en extremo populares para la generación Z (menores de 25 años), detalla la publicación.

“Según lo que se ha visto en los estudios lo que esto genera en las personas es una sensación placentera”, explica Jessica Albán, psicóloga clínica especializada en neurociencia cognitiva y neuropsicología. Estos ‘clips’, que abundan en redes sociales, además de relajar tienen efectos fisiológicos. Pueden provocar, precisa la especialista, lo que se conoce como “piel de gallina” e incluso una desaceleración del ritmo cardíaco.

Las imágenes y sonidos apacibles que se observan en estos videos son, al fin y al cabo, estímulos visuales y auditivos, señala Albán. Por ende, al ser percibidos por el cerebro van a generar una reacción en el cuerpo, ya sea psicológica o fisiológica.

Estos estímulos “pueden ayudar a relajar y contribuir en la producción (de dopamina) en los neurotransmisores que provocan una sensación de placer”, indica la neuropsicóloga. Aunque estos videos pueden ser extraños para algunas personas o no funcionar para todos de igual forma, son una tendencia al alza.