Burbujas sociales, para cuidar la salud mental

Los niños se pueden beneficiar al compartir con otras personas. Se debe salvaguardar la salud de todos los miembros de la burbuja.
Los niños necesitan relacionarse con chicos de su misma edad. Buscar una familia en quien confiar para hacerlo es fiundamental.

Los niños necesitan relacionarse con chicos de su misma edad. Buscar una familia en quien confiar para hacerlo es fiundamental.

2 de julio de 2020 13:28
Nancy Verdezoto

Conforme se acerca el fin de las clases escolares, los padres contemplan la posibilidad de un verano sin campamentos vacacionales y sin salidas al cine y a las piscina. Y surge la duda de qué van a hace durante este tiempo, solos y encerrados en casa.

A medida que pasa el tiempo, las sensaciones de encierro, de temor, de soledad y de vacío se hacen más fuertes y el bienestar mental se va deteriorando.Con el cambio de semáforo a amarillo, muchas personas han encontrado la posibilidad de “huir” de sus casas y visitar a sus familiares y amistades. Sin embargo, esto puede resultar muy peligroso, porque el virus sigue expandiéndose a un ritmo incontrolable en el país.

La realidad es que las personas necesitan el contacto social y algunas familias están sufriendo porque no lo tienen. Entonces, es indispensable encontrar maneras de socializar manteniéndonos seguros para evitar el contagio.

Una alternativa es la burbuja social. Esta se convirtió en el mecanismo usado por muchos países para mantener lazos con otros. Sobretodo, ha sido la solución para muchas familias con niños, porque sus hijos han podido retomar algo de ‘normalidad’ en medio de esta crisis sanitaria.

¿En qué consiste una burbuja social? Es ampliar su círculo de contactos hacia su familia ampliada o hacia amistades cercanas, que no pase de dos o tres familias. Pero el contacto entre este grupo de personas debe ser exclusivo, es decir que las personas que forman parte de esta burbuja no pueden formar parte de otra, porque se debe garantizar que no están contagiados ni lo estarán.

De esta forma, los niños pueden compartir con sus amigos sabiendo que no tienen casi riesgo de contagiarse. Esto aliviará, de cierta forma, el impacto que han tenido en este tiempo en su psiquis.

Este efecto ha sido mayor en los niños, porque a muchos les cuesta entender lo que significa y porque ellos necesitan de la presencia física para poder jugar o compartir. De allí que las burbujas sociales pueden contribuir a reducir los problemas mentales, sobre todo de los niños más pequeños cuyos juegos son físicos y no son capaces de mantener la mascarilla durante mucho tiempo.

Para iniciar con una burbuja es indispensable que las familias que vayan a integrarla sean totalmente sinceras sobre las actividades diarias que tienen, los protocolos de bioseguridad que cumplen y las rutinas para salir de compras, o si van a sus oficinas. Es vital que no se mantengan visitas a ninguna otra familia, para la continua protección de todos.

Las burbujas sociales han demostrado ser positivas y pueden ser una buena solución en las vacaciones.

Cómo hacerlo

Para elegir a la familia debe buscarse una que tenga un bajo riesgo de complicaciones por el coronavirus. Es decir si vive con adultos mayores o con personas con problemas médicos.

Además, puede llegarse a acuerdos entre las familias sobre cuántas veces se sale de compras, las precauciones que tienen cuando se ausentan de casa y los implementos usados.

De la misma manera, es importante estar con una familia que sea transparente y abierta respecto a lo que enfrentan y experimentan en el día a día y sean capaces de hablar de ello.

Asimismo, buscar una  familia con la que se tenga afinidad. Que los niños se caen bien, que los padres se llevan bien y que haya cosas para hacer o aprender juntos.

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