El corazón es un órgano vital, podemos sentirlo cuando está bien y cuando no. El cardiólogo Antonio Moreno dice que no es aconsejable llegar a los 60 años sin haber consultado a un cardiólogo, porque el riesgo cardiovascular comienza a subir luego de los 40 años en los hombres y durante la menopausia en las mujeres.

A la hora de ir a un cardiólogo hay que escoger al especialista que nos genere empatía, recomienda la médico familiar María Morán. Ella previene que además hay que asegurarse de que sea un médico con título de especialización en cardiología, avalado por la Senescyt.

No está de más verificarlo, porque la cardiología es una rama delicada, advierte.
Junto con la diabetes, la enfermedad cardiovascular es la causa más frecuente de mortalidad en nuestro país, explica el cardiólogo Moreno.

El especialista afirma que debido a los tratamientos existentes, la esperanza de vida ha aumentado en esta área. “Hace tres décadas mucha gente moría de cardiopatía isquémica (enfermedad por interrupción del flujo sanguíneo cardiovascular). Hoy, el paciente sale adelante después de tener dos, tres o incluso más eventos isquémicos; la gente los conoce como infartos”.

El cardiólogo indagará nuestra dolencia: dolores en el pecho, latidos fuertes, ahogos, dolores de cabeza, etc. Según los síntomas que se presenten, el especialista recomendará exámenes según los síntomas y el diagnóstico.

Estos exámenes suelen ser: electrocardiograma, perfil lipídico, química sanguínea, entre otros. Depende también de la edad del paciente, su condición física, antecedentes familiares, actividad, etc.

La doctora Morán identifica cuatro señales de alarma debidas al corazón: “la disfunción eréctil puede ser un marcador que avisa de alguna enfermedad coronaria, ya que comparte con la enfermedad cardiovascular los mismos factores de riesgo, entre los que se destaca la hipertensión.

Se calcula que dos de cada tres hombres con hipertensión tienen disfunción eréctil, y alrededor del 40% de ellos padece lesiones coronarias”.Otro factor con el que hay que tener cuidado es la fatiga, los cansancios intensos.

Cuando lo agotan actividades que no requieren grandes esfuerzos, como subir escaleras, es buena idea consultar con el médico, es uno de los síntomas de la insuficiencia cardiaca. Ese cansancio puede ir acompañado de otras señales de alerta, como dificultad para respirar o sensación de mareo.