Cada diseñador es un mundo, cada propuesta es diferente y de los detalles dependerá el estilo que lo identifique por donde quiera que vaya.

Milú Espinoza es una diseñadora con una larga trayectoria. La innovación siempre ha sido su punto de distinción, desde el uso de materiales hasta los cortes de sus prendas, ella ha creado un estilo único. Y eso es precisamente lo que la puso en la mira de los organizadores del New York Fashion Week, que se inicia esta semana y que agrupa a las mejores casas de diseño del mundo.
Para Milú este es un sueño hecho realidad. Desde que empezó su carrera siempre quiso ir a la ‘Capital Mundial de la Moda’, el lugar adonde solo van los grandes diseñadores.
Allí, ella mostrará una colección de 20 trajes, vestidos, pantalones, chaquetas, faldas y hasta ternos de baño, en los que rendirá tributo a las dos ciudades que han marcado su vida: Quito y Nueva York.
Con diseños hechos por su sobrina Nancy Cristina Espinoza, Milú mostrará lo mejor de las dos urbes: su arquitectura, sus símbolos, su magia.
“Todo empezó un día, como un juego. Mi sobrina, que es artista, estaba dibujando con esfero una Coca-Cola y le dije: ‘nunca se han hecho telas con esfero’ y así empezamos a idear lo que sería esta colección”, explicó la diseñadora.
Milú quiso destacar en cada prenda el valor de lo artístico, de lo que significa alta costura. Por ello, en las faldas y hasta en los trajes de baño se han hecho bordados con pedrería y drapeados, que le dan más valor a cada prenda.
El proceso de crear la ropa se inició con el dibujo a esfero. Se trazaron las principales iglesias de Quito, como la Basílica del Voto Nacional. También el Panecillo, el Gallo de la Catedral. Constan, además, íconos de Nueva York, como el metro de la línea 7, que es el principal tren que toman los latinos en esa ciudad; la Estatua de la Libertad, y el águila calva, símbolo del país norteamericano.
Una vez que se tenía el arte, se escaneaba para definir la forma en la que cada imagen iría colocada en las prendas. La combinación de elementos, el estilo que tendría, etc.
Después empezaba el proceso de impresión en la tela.
Esta colección, que se llama ‘El escenario de una ciudad’, es la perfecta combinación de lo barroco local con la modernidad de la capital mundial de la moda. Por ello es una mixtura del estilo deportivo con la alta costura. Así, hay faldones abiertos combinados con ‘bomber jackets’.
Las prendas están diseñadas en tres colores: rojo, verde y azul, como los esferos. Estos están impresos en diferentes telas, para darles más versatilidad a cada prenda.
Los atuendos irán acompañados de zapatos creados especialmente para la colección; así como de carteras con la misma perspectiva de la ropa. Además, cada ‘look’ estará acompañado de joyas diseñadas específicamente para la colección.
A diferencia de otros trabajos hechos, esta colección no tiene fines comerciales. Su principal interés es que la gente conozca las maravillas que se pueden hacer en el Ecuador, la belleza de su capital y el arte que surge de las manos nacionales.
Precisamente, reivindicar la cultura nacional ha sido una de sus pasiones. Su anterior colección, que fue presentada en abril pasado, se llama ‘Negra mía’, una combinación de los elementos que representan a la cultura afroecuatoriana. Para ella, Ecuador siempre ha sido su principal fuente de inspiración y lo que la ha motivado a crear.
El uso de materiales naturales, como la paja toquilla y el yute, fueron elementos fundamentales en el desarrollo de su anterior colección. Esto, combinado con una diversa gama de colores, le han dado un estilo único, para promover la alegría y la tradición de la cultura afroecuatoriana.
Para Milú, las telas -que ella también produce- son parte fundamental de cada creación. Dan identidad y alegría a cada una de sus confecciones, como las que irán a Nueva York.