El autismo,un mal que afecta al niño y a toda la familia

Los niños con TEA necesitan apoyo. Muchos son excluidos y sus familias se sienten poco comprendidas, sobre todo en el área educativa.
Es importante trabajar en un plan de educación que se ajuste a las necesidades del niño y su familia. Foto: Pixabay

Es importante trabajar en un plan de educación que se ajuste a las necesidades del niño y su familia. Foto: Pixabay

23 de septiembre de 2019 19:25
Nancy Verdezoto

En el Ecuador, siete de cada 10 niños con trastorno autista abandonan los estudios cuando tienen entre los 7 y 13 años de edad, porque son maltratados y abusados en el entorno educativo.

Esta discriminación surge desde el poco entendimiento que existe de este problema. El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un mal neurobiológico del desarrollo, que se manifiesta durante los 3 primeros años de vida y que perdurará por siempre.

Esto implica que ellos siempre necesitarán de la ayuda de sus padres y sus hermanos para poder salir adelante y entender el mundo desde su perspectiva.
Según Verónica Jiménez, docente y directora académica de Poliestudios, cada hogar invierte entre USD 1 500 y 3 000 mensuales para poder costear tratamientos y terapias de los niños con TEA.

Además, las familias deben también cargar con el sufrimiento de sus hijos, que son discriminados y a quienes se les restringe el acceso a la educación, por ejemplo.

De acuerdo con datos de la experta, cada niño que ha logrado entrar a una escuela, ha tenido que recorrer entre 15 y 20 unidades educativas que le han cerrado las puertas. “Muchos padres mienten sobre el autismo de sus hijos, para poder entrar a los colegios. Y luego deben vivir con la discriminación o los ataques que sufren los chicos”, manifestó.

Esto se produce por la falta de conocimiento de los docentes, principalmente, sobre cómo educar a un niño que tiene autismo. “Los padres de los niños con este trastorno se sienten abandonados en el proceso educativo y sienten cómo se crea un estigma muy fuerte sobre sus hijos. ‘Como tiene autismo no le dejo participar en los programas escolares’ y se les aísla. Un niño con autismo está en la capacidad absoluta de aprender lo que se le enseñe”, aclaró la docente.

Para ayudar a los maestros, junto con la Universidad Indoamérica crearon un cuento: ‘Cómo ser mi amigo’, en el que se narra la historia de Felipe y un monstruito llamado Boo (el autismo), con el que debe convivir todos los días.
Esta obra da las pautas para ayudar a los docentes y padres a entender cómo son los niños con autismo y cómo aprovechar sus potencialidades. La inclusión es fundamental para crear una sociedad más justa para los niños.

Algunas características del autismo

Los niños  con TEA tienen deficiencia en la comunicación y en interacción social. Para ellos es difícil mirar a los ojos, por ejemplo.

Su lenguaje, si existe, es literal. Por ello no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas. Eso los confunde.

Evitan el contacto físico o les gusta poco. Tienen patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento o intereses.

Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe poca sensibilidad al dolor.

Muchos  notan que son diferentes y no entienden qué les pasa. Son la pieza que no sabe acoplarse ni encajar en el tablero social.

Cuando empiezan la edad escolar demuestran una falta de interés por los otros niños y por las actividades que realizan.

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